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5 de
marzo de 2010
Haití: infierno de este mundo (XXIV)
LETICIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ y JUVENAL BALÁN (Foto) Enviados
especiales
El infierno de Jean Gary estuvo aquel triste
martes bajo la consola de audio que tantas veces, y por
tantos años, acarició. Allí, en la cabina donde trasmitía su
programa de radio, lo agarró el terremoto que devastó a su
tierra. Radiaba en ese minuto, a las 4:53 p.m., el
legendario tema de Eagles, Hotel California, a ritmo
de bachata, cuando todos los equipos se le vinieron encima.
Pensó que la tierra se abriría para tragarlo. Pero esta no
era su hora.
Jean
Gary, periodista de Radio Signal.
Tras las sacudidas los aparatos se apagaron,
solo se escuchaba el ensordecedor ruido de la desgracia y
los lamentos de miles de personas que imaginaron ese día el
fin de sus vidas. Cuando la calma volvió, Jean Gary salió de
debajo de la consola y sin siquiera sacudirse el susto,
volvió a prender los equipos. Por obra divina, dice, Radio
Signal seguía al aire. Solo atinó a presionar una tecla y la
misma música volvió a escucharse, una y otra vez. "Yo tenía
que sacar la señal, fue puro instinto, eso que sienten
quienes aman este mundo. La radio no podía fallar en un
momento tan duro".
Durante 45 minutos estuvo Hotel
California en el éter, mientras Jean Gary corría a
comprobar que su familia estuviera bien. Al regreso cambió
toda la programación. "Lo primero que hice fue hablarle a la
gente en creole, antes me comunicaba en español o en inglés,
en ese momento les pedí que tuvieran cuidado con las paredes
resentidas, que caminaran por el medio de la calle para no
quedar aplastados por los trozos de concreto que estaban
cayendo, y a quienes manejaban, que lo hicieran con cuidado
pues habían muchas personas de-sorientadas, muchos niños".
Nada más que su voz se escuchaba aquella tarde noche en el
dial.
Y si los primeros momentos fueron duros para
este periodista, lo que vendría después le desgarraría más
el alma. "Como fuimos la única emisora que quedó
trasmitiendo, venían muchos buscando ayuda para encontrar a
sus familias. Padres que nos llamaban para avisarnos que
escuchaban los gritos de sus hijos atrapados y que no sabían
cómo llegar hasta ellos. Le pasábamos enseguida la
información a los rescatistas. Muchos vinieron a dar gracias
después. Como aquella mujer que llegó llorando porque su
esposo estaba bajo los escombros. Rápido cogí el micrófono y
describí el caso. Al otro día recibimos la visita de los dos
aquí en la emisora".
Mucho ha cambiado el programa de Jean Gary
luego del terremoto del 12 de enero. Dedicado antes casi por
entero a la música, desde la salsa, la bachata, el
ballenato, el merengue, el reguetón¼
y un boletín de noticias de diez minutos, ahora prioriza la
información. "Nuestra gente necesita guía. Tenemos que darle
más conocimiento al pueblo, más educación cívica. Le
orientamos sobre la sanidad, el aseo, cómo manipular el
agua, cómo ahorrar lo poco que tenemos. Hay que explicarle
lo que está pasando en el país", dice convencido de la
fuerza de la radio, el principal medio de comunicación
masiva en Haití, el país más pobre de América Latina, cuyo
analfabetismo supera el 50 por ciento.
Pero este trabajo no se hace ajeno al
sufrimiento. Los periodistas haitianos han sentido en carne
propia los dolores del sismo. Muchos hoy salen a buscar
noticias con el pesar de haber perdido a un hijo, o con la
preocupación de vivir con los suyos en un parque. Mientras,
los números hablan de que 27 perdieron la vida. Por ellos,
Jean Gary cada tarde afina su voz y, allá en la plaza de
Dessalines, muchos dan manigueta a sus radios portátiles
para escucharle. |
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