1 de marzo de 2010
Haití: infierno de este mundo
(XXIII)
Leticia Martínez Hernández
Fotos:
Juvenal Balán
(Enviados especiales)
La tragedia se sigue ensañando con Haití. Parecieran no
bastar las sacudidas que acabaron con la vida de alrededor
de 230 000 haitianos aquel fatídico martes 12 de enero. El
dolor y la muerte han hecho casa aquí, y las inundaciones de
este fin de semana en el Sur del país así lo confirman.
Vuelven los hogares de esta tierra a lamentarse, vuelve el
infierno de este mundo a ser motivo de aciagos titulares.
Las
tiendas de campaña se han inundado con las lluvias.
¡Las lluvias adelantaron su llegada! En
temporadas anteriores los fuertes torrenciales aparecían a
mediados de marzo, pero esta vez ya lo hicieron, y de qué
manera. En menos de 24 horas, grandes áreas de la ciudad de
Les Cayes, la tercera en importancia del país, quedaron
inundadas. A un metro y medio subió el agua en las zonas más
bajas, donde muchas personas tuvieron que subir a los
techos, buscando salvarse del aluvión celestial.
Las cifras comienzan su trasiego en la
Internet, algunas agencias de información hablan de ocho
fallecidos, de nueve, de diez, de once y de quién sabe
cuantos más. Entre las desgracias reportan la muerte de un
pequeño que fue arrastrado por las agresivas aguas. También
confirman la evacuación de 420 reclusos, luego de que se
inundara la prisión de Les Cayes, donde en algunas galeras
el agua sobrepasó los 50 centímetros.
Deslaves y desbordamientos de varios ríos se
suman al fatídico panorama del suroeste del país, región que
no sufrió grandes daños por los temblores de tierra de
enero. Según explicó a Granma la doctora Yamilé Soto,
coordinadora de la brigada médica cubana en el departamento
Sur, las lluvias comenzaron en la madrugada del viernes,
continuaron siendo muy intensas durante todo el sábado, pero
este domingo ya habían cesado. De las localidades de Torbeck
(uno), Chardonieres (uno) y Cavaillon (dos) tuvieron que ser
evacuados colaboradores cubanos que allí prestan asistencia
médica, estos últimos luego de que un río inundara el sitio
y se llevara consigo a tres personas.
Y a pesar de que las lluvias cesan, continúa
la alerta meteorológica, mientras más de un millón de
personas en Puerto Príncipe y sus alrededores viven en las
calles, y tienen por techo solo trozos de tela, nailon,
viejas maderas ¼ Cuando
la lluvia decida llegar y caer aquí, la tragedia del 12 de
enero continuará juntando angustias. |
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