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26 de
mayo de 2010
Los por qué de
Emiliano
LETICIA MARTÍNEZ
Foto: JUVENAL BALÁN
(Enviados especiales)
PUERTO PRÍNICIPE, Haití.—A Emiliano lo ví
por vez primera una mañana de febrero. Entonces, recién
llegaba a Haití, y parecía que quería comerse el mundo. Al
menos así lo supuse cuando en medio de un barullo de
muchísimos jóvenes salía del aeropuerto Toussaint Louverture.
Sostenía en sus manos la bandera de la ELAM, de su ELAM, esa
especie de logia que los había convocado a todos para sanar
aquí. Recuerdo que no hubo tiempo para el protocolo, para el
recibimiento oficial. Acababa de llover, y en Croix des
Bouquet les esperaba un hospital de campaña llenito de
enfermos.
El
argentino Emiliano Mariscal (centro de la foto) con colega y
profe de la ELAM.
Hoy lo vuelvo a hallar. Aunque debo decir
que no he dejado de verlo desde aquella mañana en que por
primera vez avistó, y sufrió, este país tan desgarrador. Es
que Emiliano Mariscal no está un segundo quieto. Desde que
llegó no para. Sana en el hospital de campaña cubano que más
pacientes recibe, y entre alivio y alivio, lo mismo
administra el blog de la brigada médica, que dirige a los
egresados de la ELAM, que escribe sus vivencias, que estudia
la especialidad, que lee al Che, que explica en cualquiera
de los asentamientos de Croix des Bouquet la importancia de
mantener la higiene para evitar enfermedades ...
Pero esta mañana Emiliano no luce la mirada de siempre, esa
mirada esperanzadora que lo distingue en medio de tanta
aflicción. Una pena familiar le amarga, debe regresar. Pero
antes de que me lo coma a preguntas por el inusitado regreso
me aclara: "Me voy, pero con pasaje de regreso. Todavía no
me he ido y ya tengo ganas de volver, me queda mucho por
hacer". Entonces aprovecho para conocer los por qué de
Emiliano:
¿Por qué estudiar Medicina?
"Era un sueño, una idea que me persiguió
desde niño. Recuerdo haber sufrido por mucho tiempo a mi
abuela enferma. Siempre quise ayudarla. Comencé a estudiar
la carrera en Argentina, pero me fui desencantando del sueño
de mi infancia con un montón de cosas que yo creía debían
existir en aquello de estudiar algo tan humano. Todo era
teórico. Los profes se paraban en el aula a hablar como si
fueran dioses que bajaban del cielo a disertarnos, y uno
allí sin entender mucho de nada. Hasta que apareció la
escuela de Medicina para los latinoamericanos. Y a Cuba me
fui".
¿Por qué Cuba?
"Siempre me gustó. Tiene magia. Me llamaba
la atención desde mis tiempos de adolescente cuando
escuchaba en mi país, en mi casa, hablar de su Revolución.
La descubrí a través del Che".
¿Por qué el Che?
"Recuerdo cuando era chico, mis padres
tenían un prendedor con la imagen del Che. Una vez quise
usarlo pero no me dejaron. Yo no entendía aquello, y me
preguntaba por qué si San Martín era un libertador de
América, lo estudiaba en la escuela y podía hablar de él, no
podía hacer lo mismo con el Che que también era libertador
de América. Esa negativa me marcó. Y el primer por qué de mi
Che es su vocación por la Medicina. Ojalá yo pudiera
alcanzar algún día su sentido de la consecuencia. Eso de
decir siempre lo que pensó, y hacer siempre lo que dijo. Esa
es una de las cosas más difíciles de lograr, sobre todo en
el día a día".
¿Por qué venir a Haití?
Tenía que venir luego de haberme graduado en
Cuba. Después de haber estado cerca de nueve años formándome
allí como médico, pero más que eso formándome como ser
humano. Tenía que venir pues soy parte de un proyecto que
nació justamente a partir de catástrofes ocurridas en
América. Por un lado estaba la ELAM, por otro Cuba y todo lo
que significa para mí, y por otro Haití, con un montón de
símbolos como ser el primer país en liberarse, por ser un
país deliberadamente castigado por el capitalismo que de
forma intencionada lo han mantenido en esta situación de
subdesarrollo".
¿Por qué aseveras que Haití te cambió la
vida?
"Si lo midiera en porcentaje, te diría que
cambié en un 80% desde que llegué. Recuerdo un profesor en
Santa Clara que decía siempre en clases que había que
echarle dos vistazos a la vida y uno a los libros. Eso lo he
comprendido aquí. Haití muestra de forma muy cruda el
neoliberalismo, el capitalismo. Haití me cambió de tal
manera que decidí cambiar de especialidad. Había empezado a
estudiar Medicina Interna, pero luego de lo vivido en este
país me decidí por la Higiene y la Epidemiología. El Che
decía que había que curar pueblos por encima de curar
personas, y por ahí voy. Haré mi especialidad en Haití, en
lo que sea más útil".
Sospecho que la ELAM es un lugar especial
¿Por qué?
"Es una idea que solo podía haber salido de
la mente de un hombre como Fidel. En la ELAM uno vuelve a
nacer. Descubres cómo son los latinoamericanos, cómo somos
de parecidos. Por ejemplo en América Latina la mayoría de
los países tienen a los argentinos como soberbios,
prepotentes. Y así pasa con otras naciones a las que se les
impone tales clichés. Pero en la ELAM nos revelamos como
somos. La ELAM es descubrirnos. Es romper un montón de
preconceptos que traemos incorporados. Es que llegue la
noche y te acuestes a pensar en todo lo que desconocías. Es
ir armándote de una mochila con muchos valores". |