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18 de mayo de 2010

Ayuda cubana a Haití

Silencio a voces

LETICIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ
JUVENAL BALÁN (Foto)
Enviados especiales

PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— El doctor William lleva cuatro meses durmiendo en una carpa en el hospital de Croix des Bouquet. Como él, tantísimos cubanos concilian el sueño cada noche bajo una casa de campaña allí donde la temperatura roza los cuarenta grados y ha habido días de aliviar a más de 600 personas. Y mientras el reloj camina, más a prisa de lo que muchos quisieran, no hay tiempo ni de soñar. El cansancio no deja espacio para tales lujos. Casi amanece. La fila crece alrededor del parque. Comienza otra jornada en uno de los hospitales de campaña montados por Cuba en Puerto Príncipe, uno de los pocos que queda en pie luego del aluvión de ayudas de este enero. Pero de eso no hablan los "grandes medios", inmensos para no informar, para desdibujar realidades a su antojo, menos ahora que tantos han dicho adiós.

Lo confirmó el Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State de California: una de las 400 noticias más ocultadas por la gran prensa europea y estadounidense fue la ayuda de Cuba a Haití, preseleccionada, tristemente, para competir entre las 25 más omitidas del año. Nadie habló del refuerzo de los 60 médicos cubanos que pusieron un pie aquí cuando aún no habían pasado 24 horas del sismo, cuando los lamentos eran infernales, cuando la nube de polvo no acababa de esfumarse, cuando las réplicas no daban tregua al sosiego, cuando los muertos se acumulaban, cuando los heridos creyeron también morir, cuando no había otra mano extendida que no fuera la de Cuba. Nadie habló de los mil galenos de la Isla que poco a poco fueron llegando. Nadie habló de los once años que llevaban sanando en los lugares más increíbles del país, increíbles por sórdidos, no por fastuosos. Nadie ha hablado, ni hablará, de los esfuerzos por reconstruir el sistema de salud pública haitiano, una de las ayudas más serias echadas a andar.

Pero el anuncio del Proyecto Censurado, que lleva más de 30 años desclasificando grandes omisiones, se veía venir desde que, luego del terremoto, solo dos medios de Estados Unidos "informaran" de la respuesta cubana a la tragedia de Haití. Uno de ellos, el Fox News, afirmó que los cubanos estuvieron ausentes de la lista de países del Caribe que acudieron a prestar ayuda. El otro, el Christian Science Monitor, dijo que Cuba había enviado solo 30 médicos. Y entre esas omisiones, errores, también mentiras, nadie olvidará cuando la CNN hizo pasar por español al doctor Carlos Guillén, director por la parte cubana del hospital de La Paz, el infernal Delmas 33 que tanto narraron estas páginas. Pero el fiasco no resultó. El galeno lucía en pantalla un pulóver del Che, hablaba con la campechanía de los de mi tierra y su cara era más que conocida en aquel hospital. Para el agravio solo hubo una tímida disculpa.

Y es que la capacidad de asombro no tiene límites cuando en los grandes medios se trata a Cuba y Haití. La tapa al pomo la puso una reciente investigación publicada por el sitio digital Rebelión sobre la propuesta cubana en la Conferencia de Donantes para Haití y la cobertura mediática. Concluye el estudio que la presentación del proyecto de reconstrucción del sistema de salud haitiano, a pesar de haber sido considerado de las ideas más serias y materializables planteadas en la cita, fue omitida por completo. De nuevo el The New York Times, el Boston Globe, el Washintong Post y la CNN tacharon olímpicamente la palabra Cuba. Al parecer, como dijera Eduardo Galeano, la labor de los médicos cubanos no apareció en los periódicos porque Cuba se convirtió en una leprosa, una enferma contagiosa que frente a intimidantes decisores levantó su mano para proponer una mejor atención para un país con tantas deudas, pero más que eso para anunciar cuánto se había avanzado ya.

Y mientras los grandes medios los intentan borrar del mapa, a cuatro meses del terremoto los cubanos siguen plantando banderas en Haití. Algunos números, que no son titulares aunque debieran serlo, dan fe de ello: en más de 70 unidades se han atendido 155 479 pacientes, se han realizado 6 177 intervenciones quirúrgicas, 42 542 exámenes de laboratorio, 2 486 estudios radiológicos, 527 710 tratamientos de rehabilitación... Mientras, de la mano del ALBA, se acondicionan 39 centros de salud a nivel de las comunas, se habilitan 30 hospitales comunitarios de referencia, se abren 30 salas de rehabilitación física y sicológica, se planea construir un laboratorio de prótesis y tres talleres de Electromedicina, además de desarrollar una red de vigilancia epidemiológica: lujos terrenales que jamás soñó este país.

Así vuelve a amanecer aquí. Regresa William con los suyos a las carpas armadas allí donde nunca hubo un hospital, pero sí muchos que aliviar. Entonces el The New York Times no hablará de ellos, la CNN los hará pasar por extraterrestres si es preciso, pero el pequeño Joseph les dirá "merci", y hasta los abrazará, cuando la fiebre y el dolor de su estómago desaparezcan. Con eso bastará.

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