31 de
marzo de 2010
Nuestros compromisos
con Haití continúan inalterables
Asegura a Granma, Marcel
Young, embajador de Chile en Haití. Reconoce el papel de los
médicos cubanos
LETICIA MARTÍNEZ
HERNÁNDEZ
foto: JUVENAL BALÁN
Enviados especiales
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.—Aun cuando Chile fue
golpeado recientemente por uno de los sismos más fuertes de
su historia, que dejó un saldo de 800 fallecidos, miles de
familias sin hogar y cerca de un millón y medio de viviendas
dañadas, la nación suramericana continúa ayudando a Haití
luego de casi tres meses de la tragedia que devastara a esta
capital, pues como dijo a Granma Marcel Young,
embajador de Chile aquí, "nuestros compromisos continúan
inalterables" y "es enorme la deuda histórica que tenemos
todos con el primer país libre de América Latina".
Marcel
Young, embajador de Chile en Haití.
—¿Cómo colabora su país con Haití?
"Chile ha venido colaborando en tres áreas
fundamentales. Primero en la educación preescolar donde
hemos trabajado en conjunto con el ministerio de Educación
en la creación de centros de acogida para niños de cero a
seis años en el Sur, aunque queremos extender la experiencia
a todo el país. Allí no solo trabajamos con los pequeños,
sino con las familias. Apoyamos también el trabajo agrícola,
sobre todo en la asistencia técnica para mejorar la calidad
de las producciones. Aportamos prácticas que permitan
defender a las plantaciones de plagas, pues un gran problema
de la agricultura haitiana es lo caro que cuestan los
pesticidas. Todos son productos del exterior que encarecen
el proceso. Urge crear una agricultura autosuficiente, por
eso colaboramos en la formación de agrónomos y en la
instrucción de los campesinos. También ayudamos en la
capacitación de la policía haitiana para, de conjunto con el
país, lograr acercarla a su pueblo, que no sea un órgano
solamente represivo, sino de confianza y de profundas raíces
populares".
—Ahora que sesiona la Conferencia de
Donantes ¿Qué opina de la ayuda internacional a Haití?
"El exceso de entrega de alimentos mediante
la ayuda internacional debilita la economía de este país,
porque pone en peligro su producción. Cuando llegan del
exterior alimentos subvencionados, al campesino le resulta
imposible vender sus productos. Entonces la economía
haitiana ya débil, entra en una recesión mayor. Existe un
cuestionamiento a ese modelo de colaboración. Más vale
brindar oportunidades que impulsen la economía, sobre todo
la agricultura, que continuar ahogando a este país. Debemos
saber cómo ayudar. Es fundamental crear condiciones para que
Haití salga adelante, no para crear un país en mendicidad.
Por el contrario, tenemos que ayudar a fortalecer la
autodeterminación del pueblo haitiano.
—¿Cómo valora la ayuda de los médicos
cubanos?
"La labor de los médicos cubanos es
fundamental. Están en todas las regiones del país y lo más
admirable es que no es luego del terremoto, llevan muchos
años trabajando. Todas las embajadas reconocemos que si
queremos hacer algo serio en materia de salud tenemos que
contar con Cuba. Es una muestra de solidaridad realmente
ejemplar. Cuando llegaron los médicos chilenos después del
sismo, con los primeros que se juntaron a trabajar fue con
los especialistas cubanos. Fueron ellos los que nos abrieron
paso para poder colaborar. Desde que estoy en este país,
cada vez que surge algún problema, las únicas personas
intocables para cualquier bando son los médicos cubanos.
—¿Qué han significado sus años de trabajo en
Haití?
"Esta es la oportunidad que tenemos los
latinoamericanos de unirnos, porque tenemos una deuda
histórica con el primer país que se liberó. Me da mucha
frustración que no hagamos más cosas de las que deberíamos
hacer. Este pueblo tan rico culturalmente y con tantas
bondades pareciera que todavía está pagando por haber sido
el primer país que rompió las cadenas de la esclavitud y que
abrió el camino para la liberación de toda América Latina.
Que esta nación sufra tanto, que tenga los mayores índices
de mortalidad infantil, que solamente el 10% de las escuelas
sean públicas, y que la gran mayoría de su juventud lo único
que quiera sea emigrar, es un desafío para todos nosotros. Y
lo que más me duele es ver que se avanza muy lentamente". |