26 de febrero de 2010
Un
mes después del terremoto
Esta es la mayor emergencia que
hemos vivido
Dice a Granma Francoise
Gruloos, representante de la UNICEF en Haití
LETICIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ
y
JUVENAL BALÁN (Fotos),
enviados especiales
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— Francoise Gruloos, representante
del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en
Haití, no recuerda siquiera qué día es hoy. Desde el 12 de
enero, cuando la tierra estremeció la vida a millones de
personas, esta amable mujer no descansa. Vive bajo una
carpa, cierra los ojos solo después de las once de la noche,
y está de pie a las 4 y 30 de la mañana. Dice que su oficina
la trae encima, y no dudamos en creérselo pues a menudo
suena su teléfono celular, y da instrucciones.
Francoise
Gruloos, representante de la UNICEF en Haití.
Francoise ya había trabajado en Haití cuando
la emergencia que se produjo tras el golpe de Estado a Jean-Bertrand
Aristide. También estuvo en el 2004 en Gonaive, luego de las
inundaciones causadas por la tormenta tropical Jeanne las
cuales provocaron la muerte a más de 1 330 haitianos. Pero,
dice Francoise, que lo que se vive aquí no lo había visto
nunca, sobre todo porque fue un sismo muy fuerte que afectó
la capital de un país empobrecido que ya tenía sistemas muy
débiles. "Creo que esta es la emergencia más grande de la
que podamos hablar, y ahora tenemos más temor por las
lluvias".
Así comienza el diálogo con la representante
de la UNICEF aquí, quien comenta primero que adondequiera
que va a trabajar halla a los cubanos ayudando, "es muy
importante para nosotros poder contar con ellos siempre".
Explica Francoise que desde mucho antes del
terremoto la situación de la niñez en Haití era muy
complicada. "Antes del desastre había cerca de 50 000 niños
sin familia, y alrededor de 300 000 vivían en orfelinatos,
estos últimos sí tenían padres pero por la pobreza, y no por
falta de amor, los dejaron en esas instituciones para que
fueran atendidos". Agrega entonces que el sismo ocurrió a
las 4: 52 p.m., momento en que las familias están dispersas,
algunos trabajando, otros estudiando, por eso muchos niños
no estaban acompañados cuando sucedió el desastre. Y hoy
están desaparecidos.
Reconoció la representante de la UNICEF en
Haití que sí hay tráfico de niños, en especial por la parte
norte del país, lo cual es "bastante preocupante, estamos
hablando de 2 500 niños al año. Aunque hoy sabemos que eso
ha crecido, pero no tenemos cifras todavía".
"Ha habido muchos movimientos de infantes, y
aun cuando muchas personas creen que hacen algo bueno cuando
sacan a un niño del país diciendo que lo van a poner en otro
lugar, que van a cuidar de él, se olvidan de que el niño
tiene papá, tiene mamá, entonces hoy hay muchos padres
buscando a sus hijos, y tal vez ya estén fuera".
Obtener cifras de cuántos niños han sido
afectados por el sismo es muy difícil, dice Francoise. La
UNICEF, con 42 instituciones, está liderando un movimiento
para proteger a la niñez. Y hemos llegado a 415 centros que
resguardan a niños, la comida les está llegando, también
algunos materiales muy útiles, pero nos falta mucho, hay
orfelinatos que están destruidos por completo".
Explicó la representante de la UNICEF que en
esos centros tienen una línea de llamada por donde los
padres pueden encontrar a los hijos. Existe una base de
datos y allí la familia puede averiguar por los niños.
"Muchos padres recurren a nosotros, ha habido encuentros muy
emocionantes, sobre todo con niños que han estado solos en
los hospitales y los padres estaban desesperados
buscándolos".
Sobre la situación de las escuelas y la
continuación del curso dijo Francoise que 5 000 colegios
quedaron destruidos por completo o no pueden ser utilizados
por su debilidad. "Hay escuelas en las que murieron hasta
150 niños ese día. Cuando colapsaron lo hicieron con todo lo
que tenían dentro, y ahora para empezar el curso hay que
buscar libros, y todos los materiales. Con el Ministerio de
Educación estamos trabajando, para comenzar a dar las clases
en carpas, para trabajar en el postrauma".
"La UNICEF ya tiene 50 000 carpas,
materiales escolares, mochilas, muchas cosas, pero el
problema ahora es identificar los sitios donde poner las
carpas. Eso es bien difícil pues la ciudad es estrecha, y
cuando te vas a los campamentos, alrededor de 332 en la
misma ciudad, son muy estrechos. Estamos, de conjunto con el
Ministerio de Educación, identificando lugares, quizás
tengamos que vaciar algunos, hasta el sector privado ha
ofrecido espacios, hay tremenda movilización, la solidaridad
dentro del país es enorme".
También debemos apoyar, dijo Francoise, las
escuelas que fuera de la capital duplican y triplican sus
matrículas con los niños que han emigrado desde Puerto
Príncipe.
"La situación en Haití es tan grave que
resulta difícil hasta identificar las prioridades. Ahora
estamos en la fase de supervivencia. Una de las primeras
prioridades es el tema del agua. Estamos entregando agua a
900 000 personas, cinco litros al día. Tenemos un millón de
personas desplazadas, alrededor de la mitad se quedó en la
capital, en los 332 campamentos. Hay campamentos pequeños,
otros bien grandes como el del campo de golf que acoge a 45
000 personas". |