|
25 de febrero de 2010
Un
mes después del terremoto
Desandando Haití
LETICIA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ
Fotos: JUVENAL BALÁN
(Enviados especiales)
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.— Regresar a la
tierra de sus ancestros, cuando la tragedia y el dolor se
han apoderado de ella, es para el grupo cubano Desandann un
privilegio. Compartir cantos de alegría en Haití, el país
que le enseñaron a amar sus padres y abuelos, es también una
forma de ayudar. Por eso, aun cuando han estado aquí siete
veces, la oportunidad de compartir con quienes lo perdieron
todo en menos de un minuto, es única.
Desandann
actuando para los niños.
Emilia Díaz Chávez, directora de Desandann,
dijo a Granma que el grupo lo conforman descendientes
haitianos de primera, segunda y tercera generación. "La
propuesta de venir a Haití la recibimos con alegría, pues
aquí nacieron nuestros mayores. Queremos hacerles más
llevadera esta situación tan lamentable. Vinimos a cantar
pero en su idioma, en creole. Estamos cantándoles sus
canciones. En las presentaciones muchos lloran y nos
abrazan. Es muy fuerte, nos lacera el corazón ver a tantos
jóvenes que lo perdieron todo".
Explica esta mujer, cubana y también
profundamente haitiana, que el repertorio que trajeron es el
mismo que vienen haciendo desde hace casi 16 años: música
tradicional folklórica. "No hacemos música moderna, cantamos
canciones muy añejas, las que nos enseñaron allá en Cuba
nuestros padres, nuestros abuelos, y que sin embargo son
casi desconocidas aquí. De cierta forma también ayudamos a
recuperar parte de la identidad haitiana. Es muy
reconfortante, pues los más jóvenes aprenden canciones de su
tierra, también los niños que se quedan admirados y nos
preguntan si nacimos aquí".
Grupo
Desandann canta en creole para Haití.
"Aunque en nuestras presentaciones lo
fundamental es el canto, también bailamos, ilustramos las
canciones con la danza, nos movemos. Nuestros trajes tienen
que ver con las características afrocaribeñas, vestimos
batas largas y de colores. Ahora estamos abriendo más
nuestro diapasón, no hacemos solo música de Haití, sino de
otras zonas del Caribe, de habla francófona".
Emilia Díaz, conocedora de esta tierra,
considera que los haitianos son personas fuertes, curtidas
por años de miserias y pesares, pero como ellos mismos dicen
"esa es la vida. Hoy sufren un gran dolor, sin embargo la
vida continúa. Hay que sonreír, cantar ¼
porque el más joven, el que quedó bien, no tiene que
arrastrar ese dolor toda la vida. Ellos están dando una
lección de fuerza".
Esa alegría la contagiaron ayer en un
encuentro de las primeras damas de Haití y República
Dominicana, Elizabeth Debrosse de Preval y Margarita Cedeño
de Fernández, respectivamente, con niños haitianos, durante
la inauguración del proyecto nacional de apoyo sicosocial a
la infancia y la juventud.
Antes de llegar a Haití, el grupo Desandann
estuvo de gira durante seis meses por países como
Inglaterra, Escocia y Canadá. En este último, recibió el
premio Juno, uno de los más importantes que se entrega en
esa nación, por su disco Embrancing voices. También
en Escocia fueron premiados en The World Festival 2009.
Desandann planificaba festejar el próximo 4
de marzo, sus 16 años de fundado, con un espectáculo en
Champs de Mars, frente al Palacio Nacional, lugar donde hoy
se hacinan miles de haitianos. Ahora no lo podrán hacer,
pero llegarán a su cumpleaños desandando este devastado
Haití con la esperanza hecha canción. |