PUERTO
PRÍNCIPE, Haití.— Al cumplirse 20 días del terremoto que
sacudió sin misericordia a esta capital, y cuando muchos
parten a sus tranquilos mundos con la foto final que
confirma sus pasos por la tierra haitiana, 938 colaboradores
cubanos, de ellos 380 galenos haitianos formados en Cuba,
continúan salvando vidas aquí, amén de la difícil situación
vivida y la que se avecina.
Cuba fue el primer país que tendió una mano al
desesperado pueblo haitiano cuando todavía la nube de polvo
dejada por el sismo no terminaba de disiparse. Fueron
cientos los que esa noche del 12 de enero corrieron con sus
familiares en brazos hasta el lugar donde, desde hace diez
años, radican los galenos cubanos. Una legión de heridos,
también de muertos, inundó los sitios. Y si en las horas
iniciales el caos se apoderó de la atención médica, hoy la
organización prevalece en los tres hospitales de la capital
y los cuatro hospitales de campaña donde laboran nuestros
médicos.
Cuba
seguirá plantando bandera en Haití, mientras este pueblo lo
necesite.
Según el doctor Carlos Alberto García, miembro de la
coordinación cubana, muchos de los colaboradores de otras
naciones regresan a sus países pues consideran que la
emergencia ha pasado. Para nosotros la emergencia continúa,
pero desde otra dimensión, ya no desde el punto de vista
quirúrgico, sino con otras enfermedades que ahora aparecen
como consecuencias del desastre, entre ellas las infecciones
diarreicas y respiratorias, las lesiones en la piel; también
el paludismo, el parasitismo y la fiebre tifoidea.
Luego de 20 días del terremoto, lo más significativo de
la ayuda cubana es haber logrado una atención integral de
los pacientes. Eso lo confirman labores curativas, de
promoción de salud, de control de vectores, y de
rehabilitación, servicio este último imprescindible en una
población mayormente afectada por los traumatismos y las
amputaciones. Estas son algunas cifras: hasta ayer se habían
atendido a más de 50 000 pacientes, de ellos 3 400 fueron
intervenidos quirúrgicamente, de estas cirugías 1 500 son
complejas, incluidas alrededor de 1 100 amputaciones.
Los
doctores cubanos vacunaban contra el tétano ayer en el
estadio de fútbol de Puerto Príncipe.
Informó el doctor Carlos Alberto que se instalaron nueve
salas de rehabilitación que tendrán un gran impacto "pues
incluso desde antes del terremoto, Haití no contaba con un
servicio público de este tipo".
No todo ha sido muerte y desgracias luego del sismo, los
médicos cubanos y haitianos formados en la mayor de las
Antillas han realizado 280 partos, de ellos 183 cesáreas,
sobre todo en los hospitales de campaña, donde, según
aseguró el doctor, están las condiciones básicas para
hacerlos.
Además, nuestros médicos "asaltan" las plazas y parques
donde se hacinan miles de haitianos. Granma asistió
ayer a la campaña de vacunación contra el tétano que hacía
diferente el día en el estadio de fútbol de Puerto Príncipe,
invadido por cientos de haitianos desde que el sismo los
dejó sin hogar. Muchos niños, aún llorando, eran
inmunizados, también todo el que por allí pasaba. Una
tarjeta amarilla corroboraba el pinchazo. En consecuencia,
el doctor García confirmó que ya se había vacunado a 20 000
personas en Puerto Príncipe. Y que se incorpora, además, la
vacuna triple contra la difteria, el sarampión, la tosferina.
Como para no dejar ningún cabo suelto, la cooperación
médica también incluyó la atención a la salud mental, para
ello llegó desde Cuba un grupo de psicólogos y psiquiatras
que se preparan para realizar actividades con los niños y
jóvenes en los campamentos, plazas y parques de Puerto
Príncipe.
Para apoyar esta "invasión" de salud, los constructores
agilizan los trabajos en cinco Centros de Diagnóstico
Integral paralizados luego del terremoto. Dos de ellos
quedarán listos en los próximos días. Con estos sumarán
siete los que prestan atención en varios departamentos de la
nación. Los otros tres, que completarían la cifra de diez,
demorarán aún varias semanas para su terminación.
Estos han sido 20 días de consagración. Nuestros médicos,
aun viviendo en difíciles condiciones de campaña, haciendo
de la austeridad consigna, viendo de cerca el horror, se
levantan cada mañana con todas las fuerzas para sanar. Cuba
seguirá plantando bandera en Haití, mientras este pueblo lo
necesite.