(23 de mayo de 2003)

Lo que aprobó el Consejo de Seguridad

¿Levantar sanciones o legitimar la ocupación de Iraq?

ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ

Ya una vez, este mismo año, la ONU y su Consejo de Seguridad fueron ignorados y pisoteados por el prepotente imperio que decidió a sus espaldas y en su contra, atacar a Iraq.

REUTERSEn esa ocasión el emperador Bush contó con la compañía de dos segundones a la hora de cumplir órdenes del amo: el primer ministro de Inglaterra, Anthony Blair, y el jefe del Gobierno español, José María Aznar.

Pero este mundo está tan "patas arriba" que ya de aquella acción casi nadie habla, aunque ninguno de los pretextos que se emplearon para la acción en Iraq haya sido cierto: ni aparecieron las armas de destrucción masiva ni se comprobó vínculo alguno de Iraq con la red Al Qaida.

Ahora se repite la historia, con otros matices, pero con los mismos autores (Bush-Aznar-Blair) y con el objetivo de consolidar lo ya logrado en Iraq, es decir, la ocupación y la expropiación de sus valiosos recursos petroleros.

¿Cuál es la nueva falacia?

Después de varias semanas de coqueteo, discusiones, y hasta amenazas, Estados Unidos logró imponer este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU una nueva resolución que levanta las sanciones de hace algo más de una década contra Iraq.

A simple vista, cuando se habla de levantar sanciones, por lo general se piensa que es algo positivo. Es como creer que con ello se va a permitir que el pueblo iraquí no se vea limitado de exportar y recibir lo que necesita para su subsistencia y desarrollo.

Pero esta vez es todo lo contrario.

Washington impuso en el Consejo de Seguridad de la ONU un sistema de sanciones contra Iraq cuando la Guerra del Golfo, cuyas consecuencias en la última década se pueden resumir en la restricción del acceso a medicinas y alimentos, que provocó que más de un millón de niños y ancianos iraquíes murieran en la última década.

Ahora ese mismo imperio que impuso las sanciones quiere levantarlas. La pregunta es, ¿por qué?

La agencia AFP desde Nueva York explica:

La resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas levantará las sanciones de 13 años sobre Iraq, y dará el pleno control de su economía a las fuerzas de ocupación (léase Estados Unidos).

El proyecto tuvo que sufrir cuatro versiones y más de 90 de sus párrafos fueron corregidos, y en la última —para complacer a Francia y Rusia— se incluyen algunas recomendaciones de esos dos países en cuanto al papel de la ONU en la reconstrucción de Iraq.

Sin embargo, queda intacto el plan norteamericano de crear en los próximos seis meses un llamado Fondo de Desarrollo para Iraq, que será controlado por Estados Unidos.

También se determina que las fuerzas de ocupación permanecerán en Iraq por tiempo indefinido, y cada 12 meses el Consejo de Seguridad volverá a evaluar la situación para decidir si la ocupación continúa y por qué tiempo.

El texto contempla la autorización a los ocupantes norteamericanos y británicos de administrar a Iraq, colaborando con administradores locales nombrados desde Washington, hasta tanto sea constituido lo que Estados Unidos llama un gobierno democrático.

Para que la farsa sea completa, la resolución del sacrosanto Consejo de Seguridad de la ONU, autoriza a las fuerzas ocupantes, es decir a Estados Unidos, a usar los ingresos obtenidos por la exportación de petróleo iraquí para financiar la reconstrucción de lo que el imperio destruyó con sus bombas y cohetes.

Y para rematar, el representante del emperador Bush ante el Consejo de Seguridad de la ONU, John Negroponte, dejó claro que "bajo ningún punto de vista se considerará un plazo límite para que finalice la ocupación" estadounidense de Iraq, como pretendieron en un primer momento algunos gobiernos miembros del Consejo.

En este juego político característico de la época en que vivimos, Francia, Rusia y Alemania, opuestas inicialmente a una resolución de este tipo, optaron por votar al lado de la propuesta norteamericana, y "trabajar en la búsqueda de consenso dentro del Consejo de Seguridad".

Después de conocer estos nuevos hechos, solo queda esperar, para ver si la historia puede algún día escribirse de otra forma y llega el momento en que haya gobiernos que detengan al imperio y a su emperador en su camino desbocado hacia el dominio mundial, para lo cual pretende imponer una dictadura fascista global.

Mientras, pobre la ONU y su selecto Consejo de Seguridad. O lo que quede de ella.

 

   

SubirSubir