Otra compañía con vínculos en Washington a reconstrucción de Iraq

El premio concedido a la empresa constructora Bechtel National Corp, que durante años ha dado donaciones electorales a políticos y empleado a muchos ex funcionarios de diversas administraciones, puede ascender hasta 680 000 000 para obras públicas como en los sistemas eléctrico, acueducto y alcantarillado

WASHINGTON, 18 de abril (PL). — La compañía Bechtel National Corp., también con viejos vínculos en Washington, en particular con responsables del Pentágono, recibió un jugoso contrato del gobierno norteamericano para participar en la reconstrucción de Iraq.

El premio concedido a la empresa constructora, que durante años ha dado donaciones electorales a políticos y empleado a muchos ex funcionarios de diversas administraciones, puede ascender hasta 680 000 000 para obras públicas como en los sistemas eléctrico, acueducto y alcantarillado.

Además, podrá trabajar en la rehabilitación del puerto de Umm Qasr, en reparaciones de aeropuertos y labores de dragado. Igualmente, le dieron la potestad de emplear a otras empresas como subcontratistas, según la decisión de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, entidad encargada por el gobierno de repartir los contratos.

En este caso, trascendió que piensa invitar a otras firmas norteamericanas a participar como subcontratistas, entre ellas la Kellogg Brown & Root, cuya compañía matriz es la petrolera Halliburton, de la cual el actual vicepresidente Richard Cheney fue su director ejecutivo de 1996 al 2000 y en ella ganó 30 000 000 de dólares.

La Halliburton fue la primera corporación norteamericana en obtener un jugoso contrato de la Administración Bush para la reconstrucción de Iraq.

El Grupo Bechtel ya tiene antecedentes de gestiones de negocio en Iraq, incluido un infructuoso proyecto para construir un oleoducto en la década del 80 para el cual el actual jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, entonces un funcionario en la Administración de Ronald Reagan, se reunió con Saddam Hussein, aseguró The New York Times.

Ese plan cayó en desgracia y fue objeto de una investigación por parte de un procurador especial que indagó acusaciones de ilegalidades por parte de Edwin Meese, entonces consejero de la Casa Blanca y fiscal general en la Administración Reagan.

El Grupo Bechtel también reservó puestos de trabajo para varios funcionarios de alto rango después que terminaron sus mandatos en el gobierno, entre ellos están los ex secretarios de Estado y de Defensa George Shultz y Caspar Weinberger.

Además, esa empresa figura entre los principales donantes para las causas electorales de los políticos, de acuerdo con un análisis del Centro para Políticas Responsables, una entidad independiente con sede en Washington que se dedica, entre otros objetivos, a seguirles la pista a las finanzas de las campañas comiciales.

La compañía contribuyó al menos 277 000 dólares a candidatos federales y a comités partidistas en el pasado ciclo electoral, recibiendo los demócratas el 57 por ciento de esa cantidad y los republicanos el 43 por ciento, detectó la organización.

Creada en 1898 con el objetivo de nivelar el terreno para el tendido de las vías férreas en Oklahoma, el Grupo Bechtel tiene 47 000 empleados en todo el mundo, 1 000 de ellos en proyectos en el Medio Oriente y en zonas del Golfo Pérsico, donde posee cinco oficinas y un centro de suministros.

 

   

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