MÉXICO, 16 de abril (PL). — El
arrasamiento del patrimonio histórico de Iraq, con la criminal
complacencia y vergonzosa pasividad de las tropas de ocupación
anglo-norteamericanas, es un hondo golpe a la cultura universal,
censuró hoy el diario mexicano La Jornada.
En su editorial de este miércoles,
la publicación enumera la devastación sufrida en el Museo
Arqueológico, la Biblioteca Nacional, los Archivos Nacionales y de
la Biblioteca Coránica de Bagdad como un golpe pues tal patrimonio
invaluable pertenecía en primer lugar a los iraquíes, pero
también a los pueblos del mundo.
El fuego y el saqueo han destruido
gran parte de la herencia histórica de Iraq, "nación
milenaria en cuyo territorio florecieron las primeras culturas de la
humanidad y donde han ocurrido muchas de las mayores proezas del
espíritu humano a lo largo de los siglos".
El texto periodístico destaca que el
devastado acervo iraquí concentraba piezas y documentos cruciales
para la comprensión y la vivencia de la filosofía, el arte, la
religión, la ciencia, la cultura, la política y la economía del
Medio Oriente, del mundo árabe y el mundo entero.
Subraya el hecho de que la
destrucción haya sido permitida o, acaso, como se sospecha,
inducida por las fuerzas invasoras, lo cual revela el profundo
desdén de Washington hacia los valores y las manifestaciones
culturales e intelectuales de Iraq y, por ende, de la humanidad en
general.
"¿Por qué se permitió tal
devastación, por qué no se resguardaron esos recintos de la misma
forma en que se cuidó la integridad del Ministerio del Petróleo en
Bagdad?", cuestiona el diario.
Entre los motivos para explicar ese
nuevo crimen de guerra, el periódico señala la ignorancia y
soberbia de los ejércitos de ocupación hacia el patrimonio
intangible distinto al suyo y la estrategia para quebrar la memoria
y el orgullo nacional del país árabe, minar su resistencia y
torcer su identidad.
Considera la destrucción del legado
histórico de Iraq como una ofensa al mundo árabe y musulmán que
suscitará mayores odios y clamores de venganza.
"No contentos con arrasar el
presente y enajenar su futuro, Bush y sus esbirros han permitido o
inducido la destrucción del pasado de esa nación y la pérdida de
parte de las fuentes originales de toda la civilización
humana", concluye el editorial de La
Jornada.