BEIRUT, 15 de abril (PL). — Al
menos cuatro personas murieron hoy en choques armados entre árabes
y kurdos en la localidad norteña iraquí de Tikrit, en tanto que
los invasores norteamericanos al parecer no les interesa restablecer
el orden y la seguridad allí.
Tikrit, la localidad natal del
presidente Saddam Hussein, resistió tenazmente a la ocupación de
las tropas del eje anglonorteamericano y a los milicianos kurdos que
le secundaron en esa fase de la agresión contra el Iraq.
Según la televisora qatarí Al
Jazeera, ciudadanos procedentes del llamado Kurdistán iraquí
penetraron esta mañana en la citada ciudad y a atacaron a sus
residentes, quienes repelieron la agresión.
En la parte oriental de la urbe se
observó una densa columna de humo y constantemente se escuchaba el
intercambio de disparos, y el corresponsal de la emisora satelital
aseguró que la situación es peligrosa en esa zona.
En ese ámbito se recordó que la
ocupación angloestadounidense de Tikrit fue pactada por las tribus
árabes, que permitieron esa entrada a cambio de que en la operación
no estuvieran los milicianos kurdos.
Al no permitirse la presencia de ese
grupo entre quienes penetrarían en la ciudad se pensaba preservar a
los árabes de peligrosos ataques a su comunidad como había
ocurrido en Mosul y Kirkuk, opinaron observadores.
Las tropas continúan sus operaciones
de rastrillo en la localidad.
Por otra parte, las contradicciones
entre las comunidades kurda y turcomana han escalado en esa parte
del país con la invasión del eje anglonorteamericano.
Un noticiero de una televisión
privada de Ankara notificó que los turcomanos (descendientes de
turcos radicados en el norte de Iraq) comenzaron a armarse ante el
temor de una operación contra sus pobladores.
El medio de prensa colocó como
precedente el asesinato de un niño de 11 años y su padre el pasado
domingo en Kirkuk.
Existe preocupación entre los
turcomanos por acciones como esas supuestamente ejecutadas por las
formaciones kurdas y de quienes se teme traten de quedarse con los
arsenales de desertores de las fuerzas de Saddam Hussein.
Los milicianos presionaron para que
los otros abandonaran la ciudad, pero los turcomanos rechazaron la
virtual orden de emigración y pidieron que las fuerzas de Ankara
intervengan en su favor en esa zona iraquí.