MADRID, 14 de abril (PL). — Más
que marcar distancia ante las amenazas de Estados Unidos a Siria, el
presidente del gobierno español, José María Aznar, hará de
mensajero de Washington y "trasladará" a Damasco las
exigencias del jefe de la Casa Blanca.
Según informaron hoy a la prensa
fuentes de la Moncloa, Aznar se hará eco ante las autoridades
sirias de la exigencia del presidente George W. Bush para que no
acojan a dirigentes del derrocado gobierno de Iraq y no desarrollen
armas de destrucción masiva.
Las mismas fuentes aseguraron que ese
fue el contenido de una conversación telefónica sostenida hoy
durante más de 40 minutos entre Bush y Aznar, antes de éste viajar
en visita oficial a Polonia.
En el largo diálogo, Bush le habría
pedido al jefe del gabinete español "colaboración
diplomática" para convencer a Damasco de las exigencias de
Estados Unidos, encargo que el presidente del derechista Partido
Popular tratará de cumplir en "las próximas horas".
Sin embargo, la inmediatez de la
encomienda no fue aclarada por la Moncloa, pues Aznar tiene hoy y
mañana una apretada agenda en Varsovia y luego debe seguir rumbo a
la capital griega a una reunión del Consejo Europeo.
Ya antes de que se conociera el
mandato de Bush al Presidente del gobierno español, dirigentes de
partidos de oposición reclamaron al ejecutivo tomar claramente
posiciones de distanciamiento con respecto a las continuadas
amenazas de Washington a Siria.
A juicio de esos dirigentes
políticos, ya bastantes agravios tiene la sociedad española con el
respaldo del gobierno a la ilegal e ilegítima invasión a Iraq, como
para sumarse a lo que podría convertirse en otra nueva guerra de
ocupación.
Sin embargo, a diferencia de las
autoridades británicas, que han tratado en esta ocasión de sacar
el cuerpo, las de Madrid mantienen un cerrado silencio, lo cual a
juicio de la oposición resulta sospechoso.