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A partir de Girón nació nuestro Partido ALBERTO ALVARIÑO ATIÉNZAR Hace cuarenta y cinco años nació nuestro Partido. Fue el momento emotivo de los fusiles en alto, la declaración vibrante del carácter socialista de la Revolución y el día inolvidable en que los aguerridos combatientes del Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y la fuerza miliciana marcharon hacia sus unidades, dispuestos a derramar su sangre en defensa del socialismo en Cuba. Ninguna fecha pudo ser más simbólica para fijar el nacimiento de nuestra vanguardia política, que venía gestándose cuando se produjo la artera agresión imperial.
Sus antecedentes históricos están en el Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí y en el impacto que produjo la difusión de las ideas socialistas sembradas por el primer Partido marxista-leninista creado por Baliño y Mella en 1925 y cuya existencia se extendió hasta mediados de 1961. Elementos catalizadores de conciencia revolucionaria en el pueblo cubano, presentes en los cimientos del Partido, fueron también la Revolución del Treinta, el movimiento político de masas desarrollado por el Partido Ortodoxo, el heroico asalto a la segunda fortaleza del país en 1953 y el alegato de autodefensa La Historia me absolverá, la guerra de liberación nacional, las acciones del Movimiento 26 de Julio, del Directorio Revolucionario 13 de Marzo y del Partido Socialista Popular, que cristalizaron con el triunfo del Primero de Enero de 1959, bajo el liderazgo indiscutible del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Pero el cambio cualitativo y acelerado en la conciencia de las masas se produjo a partir de la victoria de la Revolución. El pueblo vio reivindicadas sus aspiraciones y participó directamente en las tareas más apremiantes del poder revolucionario. Al producirse el triunfo popular, las fuerzas revolucionarias de la sociedad cubana no estaban representadas en una sola organización política, pero en el fragor de la lucha ideológica aguda se fue acrecentando la unidad de las fuerzas participantes contra la dictadura. El Movimiento 26 de Julio, el Partido Socialista Popular y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, que tenían sus direcciones, tácticas y esferas de influencia propias, en las nuevas circunstancias harían cada vez más frecuentes sus vínculos y consultas sobre los asuntos más importantes, y daban pasos, a través de sus máximos dirigentes, para la integración definitiva en una organización política de la Revolución. La destrucción del viejo aparato estatal burgués, las medidas radicales de la Revolución, junto a la conformación del naciente Estado democrático y popular, la creación de auténticas y combativas organizaciones de masas, confirmaban la línea invariable de la Revolución. En octubre de 1960 se había cumplido el Programa del Moncada que, al decir de Fidel, era el programa de la etapa agraria y antimperialista, democrática y popular, y que en nuestras condiciones fue la antesala de la etapa socialista. Así, el 16 de abril de 1961, en la despedida de los combatientes caídos en el artero y cobarde ataque aéreo del día anterior y ante el preludio de la agresión, el pueblo asumía un nuevo periodo histórico bajo las banderas del socialismo, que defendió victoriosamente en Girón. El socialismo quedaría cimentado para siempre en nuestro país con la sangre de nuestros obreros, campesinos y estudiantes. Era el momento en que convergían los pasos organizativos que se venían dando para la creación de una sola organización política bajo una única dirección, y la decisión del pueblo a defender el socialismo. Por eso, a partir de Girón nació nuestro Partido. UN PARTIDO DE LAS MASAS, POR LAS MASAS Y PARA LAS MASAS Transcurridas unas semanas de la heroica victoria de Girón, el 24 de junio de 1961, se realizó un importante pleno del Comité Nacional del Partido Socialista Popular en el que participaron también los máximos dirigentes del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo. En esa histórica reunión se adoptó la decisión unánime de unir a estas fuerzas revolucionarias para cumplir las complejas e impostergables tareas del periodo de transición y construcción del socialismo.
Allí se reconoció a Fidel como el más alto dirigente socialista y obrero cubano. De conformidad con la resolución aprobada, el Partido Socialista Popular se disolvió y de forma similar actuaron posteriormente el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario para dar paso al surgimiento de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). De inmediato comenzó un trabajo intenso en la formación de las estructuras territoriales y de base y el 8 de marzo de 1962 se constituyó oficialmente su Dirección Nacional, que el 22 de marzo acordó designar como Primer y Segundo Secretarios a Fidel y Raúl, respectivamente. Se creó el Secretariado, la Comisión de Organización, y fue designado el compañero Blas Roca director del periódico Hoy. La existencia de una sola organización política y una dirección única significó un fortalecimiento extraordinario para la Revolución. Días antes, el 13 de marzo, por vez primera Fidel alertó y señaló públicamente sobre ciertas actitudes sectarias que se manifestaban en los órganos intermedios y de base de las ORI. Afortunadamente se puso fin, a tiempo, al error del sectarismo en la constitución y el funcionamiento de esa organización. A partir de esos señalamientos se desarrolló un ininterrumpido proceso de reorganización de los núcleos de las ORI y de formación de nuevas organizaciones de base, fundamentadas en la más estricta línea de consulta a las masas. Fidel hizo un aporte extraordinario a la teoría y práctica de la creación del Partido, fue el artífice del diseño auténtico de su construcción, que se asienta en la aplicación creadora de las ideas de Martí y de Lenin en las condiciones específicas de una Revolución en el poder, y se patentiza en las normas, los métodos de dirección partidista, particularmente los principios, la disciplina, la selección, la consulta a las masas, la democracia interna y la dirección colectiva. A partir de estos criterios se ha forjado un Partido de rigurosa selección de su militancia, de gran autoridad y estrechamente vinculado a las masas. Esto ha sido condición esencial para la ejercitación de su papel dirigente en la sociedad. Acerca de esa concepción política, y la idea básica de las relaciones entre el Partido y las masas, que ha sido guía hasta hoy, en la reunión del Comité Provincial de las ORI en Matanzas, realizada el 11 de abril de 1962, Fidel expresó: La Revolución se hace por las masas y para las masas. Esa es la razón de existir del Partido, y todo su prestigio y toda su autoridad estará en relación con la vinculación real que tenga con las masas. EL PARTIDO UNIDO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA En mayo de 1963, fruto del proceso selectivo y cualitativo realizado, las ORI pasaron a denominarse definitivamente Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), lo cual no constituyó, en modo alguno, un simple cambio de nombre, era el resultado de un riguroso sistema para el ingreso a sus filas, que no lo tenían las ORI, sobre la base de dos normas fundamentales: la consulta a los trabajadores sobre quiénes podían ser considerados y elegidos como ejemplares, y la selección por los organismos correspondientes del Partido, entre los trabajadores ejemplares, de los que debían ser procesados para su ingreso.
Se desarrolló entonces una intensa actividad política en los centros de trabajo, las fábricas y en otros destacamentos proletarios y con las primeras experiencias esa tarea se extendió a otros sectores de la sociedad. Bajo las orientaciones y supervisión de Raúl, por ejemplo, en las montañas orientales, luego de estudios socio-políticos, se inició el trabajo, aprovechando la estructura de las compañías Serranas, devenidas, por su composición, eficaces organizaciones político-militares en esas zonas. Esas experiencias fueron la base para la construcción del Partido en las instituciones armadas de la Revolución. El 2 de diciembre de 1963 comenzó en el Ejército de Oriente el importante proceso que, lejos de lesionar los principios del mando único, elevó la autoridad de los jefes, acrecentó la capacidad combativa de las tropas, fortaleció la disciplina militar y desarrolló extraordinariamente el nivel de cultura y politización de los cuadros y combatientes de las instituciones armadas. Transcurridos tres años la organización de vanguardia había sido construida en lo fundamental y entre el 30 de septiembre y el primero de octubre de 1965 se produjeron importantes reuniones de su máxima dirección, en las que estuvieron presentes los burós provinciales, los secretarios generales de los comités regionales del Partido y dirigentes de las administraciones provinciales del Estado. En la conclusión de ese encuentro, Fidel informó sobre los acuerdos de la dirección nacional del PURSC que posteriormente, el 2 de octubre, se ratificaron en la primera reunión del Comité Central, en la cual se eligió al Buró Político, al Secretariado y a las Comisiones de Trabajo; se fundieron los periódicos Hoy y Revolución en uno solo, Granma, que en lo sucesivo sería el órgano del Partido, y fue ratificado el acuerdo de cambiar el nombre de la organización por el de Partido Comunista de Cuba, como expresión diáfana de una nueva etapa y de los más caros anhelos del pueblo cubano. El día 3 se hicieron públicas esas decisiones. Con esos pasos concluyó virtualmente la formación del Partido. En lo sucesivo continuaría el proceso final de construcción, cuyos principios y métodos han probado su eficacia hasta el presente. GARANTÍA DE LA CONTINUIDAD DE LA REVOLUCIÓN A lo largo de estas cuatro décadas y media, el Partido ha recorrido un camino autóctono de incesante aprendizaje y experiencias, de búsquedas de métodos y estilo de trabajo propios y efectivos; siempre al lado de las masas en los momentos más difíciles y complejos; en la batalla económica, política y social del país; a la cabeza en el desarrollo de la conciencia revolucionaria del pueblo, de su cultura y educación general y política; a la vanguardia de la defensa armada de la Revolución frente a todos los peligros y agresiones. El Partido superó con su acción vigilante las tentativas ambiciosas y oportunistas de la microfracción en los años 1967-1968, participó activamente en el proceso organizativo e institucional de la década del setenta, y creó su aparato auxiliar central en mayo de 1973, como parte de las medidas estructurales en su formación, fortalecimiento y desarrollo. Expresión de la madurez de nuestro Partido y de su papel creciente en la sociedad cubana fue la celebración de su histórico Primer Congreso en diciembre de 1975 y los sucesivos celebrados hasta su quinta edición. Nacido en el fragor de los combates en defensa del socialismo hace cuarenta y cinco años, el Partido ha crecido permanentemente en sus filas, enriquecido sus experiencias y ampliado su capacidad. Al mismo tiempo también creó su reserva estratégica en la Unión de Jóvenes Comunistas que, bajo su dirección, constituye una fuerza extraordinaria y cantera inagotable de cuadros y militantes de nuestra vanguardia política. El Partido, con la influencia de sus miembros, organizaciones y organismos de dirección, ha encabezado todos los combates y batallas de estas cuatro décadas y media; con su acción unificadora y pujante marchó al frente en el difícil reto del periodo especial, está presente en la gigantesca e incesante Batalla de Ideas y en la lucha resuelta de hoy por superar las dificultades y perfeccionar nuestro socialismo. No hay nada ajeno a su labor y acción política, y no existe insuficiencia que no sea objeto de su atención a través de sus variadas formas y renovados métodos de trabajo. Ante las amenazas, los planes intervencionistas y anexionistas del imperio, el Partido se levanta como un Girón multiplicado para la batalla de hoy y por el futuro de la Patria; es la garantía de la Revolución y de la nación cubana. Como dijo Fidel el 14 de marzo de 1974: (...) La organización de vanguardia es fundamental. ¿Saben ustedes lo que le da seguridad a la Revolución? El Partido. ¿Saben ustedes lo que le da perennidad a la Revolución? El Partido. ¿Saben ustedes lo que le da futuro a la Revolución, lo que le da vida a la Revolución, lo que le da porvenir a la Revolución? El Partido. Sin el Partido no podría existir la Revolución (...) En ese desempeño el Partido ha tenido y tiene el privilegio de contar con el ejemplo, la guía y el magisterio de Fidel y Raúl. |