Por estos días son muchos los que sacan a la luz sus
memorias y vivencias de cuando hace 50 años tuvieron el honor, como
miles de cubanos, de vivir los días en que el pueblo, con las armas
en la mano, defendió a la Revolución en las arenas de Playa Girón.
Sin embargo, de otros combatientes, por su ausencia,
solo podemos conocer de sus hazañas escuchando anécdotas y hojeando
páginas de nuestra historia. Este es el caso de Pedro Antonio Borrás
Astorga, considerado el primer estudiante de Medicina caído en
defensa del socialismo, convertido en ejemplo para las nuevas
generaciones.
Mientras transcurría el mes de abril del 1961, el
joven disciplinado recibía preparación, al igual que muchos otros
cubanos.
El
día 15, en horas de la madrugada, aviones mercenarios con las
insignias cubanas, bombardean nuestros aeropuertos. Desde su casa,
Pedro presencia nítidamente la acción cobarde y criminal. Indignado
ante el hecho exclama: "Quisiera tener aquí mi metralleta para
tirarles".
Fueron tan grandes su valor e identificación con la
Revolución, que no pudo concluir la carrera de Medicina por el
llamamiento al combate contra la invasión militar por Bahía de
Cochinos.
Asiste al entierro de las víctimas donde Fidel
proclama el carácter socialista de la Revolución. El día 17 salió
para la universidad vestido de miliciano. En esa jornada tenía que
realizar una práctica médica, que desde luego no realizó. Fiel a sus
principios revolucionarios, ese propio día de abril parte para Playa
Girón.
Al salir de su casa y ante el reclamo de su madre
respondió sin vacilar: ¡Si me matan, serás la madre de un héroe!
Después de la victoria se impuso una nueva tarea: la
limpia de mercenarios en toda la zona. En uno de los grupos
encargados de esta misión marcha el joven. Era el 20 de abril de
1961.
Según testimonios llegados después de su muerte a
familiares y compañeros de la universidad, por un miliciano que
había estado junto a él, se sabe que Pedro cayó en Playa Morena, muy
cerca de Girón.
Sobre los últimos detalles de su vida su padre dio
fe: "Pedrito no está conforme con su actividad de sanitario. Él
quiere algo más. Está decidido a ser de los hombres que responden
con la metralla a la metralla alevosa de los imperialistas".
"Luego del intenso fragor de la batalla viene la
calma dictada por la aplastante victoria de nuestro pueblo en las
arenas de Playa Girón. Quedaba la labor de limpia entre los montes y
cenagales cercanos.
"Se incorpora a un pelotón de reconocimiento. El
pelotón a que pertenecía se fracciona. Pedrito se separa del grupo y
queda casi solo en la maleza. Se escucha un intenso tiroteo. Cuando
llegan sus compañeros al lugar, lo encuentran muerto, cubierto su
cuerpo de balas de ametralladoras y cascos de granadas, y los
cadáveres de los mercenarios que yacen junto a él.
"Más tarde revelaría la necropsia que el héroe, aún
con vida, fue rematado alevosamente."
Pedrito, como cariñosamente le llamaban sus
familiares y amigos, era un joven sencillo, estudioso, siempre
sonriente y presto al chiste. Fue el único varón entre tres
hermanas. Había nacido el 13 de junio de 1942, en La Palma, Pinar
del Río.
Cursó sus estudios primarios en los Estados Unidos,
pero los terminó en Manzanillo, Granma. Luego continúo el
bachillerato en el Instituto de Pinar del Río, desde donde se
traslada más tarde al de Marianao, en la capital.
Allí su posición revolucionaria y de apoyo a la
lucha del Ejército Rebelde quedó patentizada. En una ocasión —una de
tantas— junto a otros compañeros incita (de nuevo) a la huelga, pues
estimaba que cumplía con su deber no asistiendo más a clases. Así se
lo hace saber al director del plantel que lo recrimina por su
actitud: "Yo lo que le prometo es que no vengo más a clases". Asiste
solo durante los exámenes y en esa situación termina el bachillerato
en 1958.
Otro hecho que sirvió para manifestar su ideal y
confianza en el triunfo de la Revolución fue cuando al graduarse
como bachiller en 1958, no quiso recibir el título firmado por
funcionarios del gobierno del tirano Fulgencio Batista. Entonces,
esperó hasta después del triunfo de la Revolución para recibirlo.
Desde esa época conoce a varios miembros del
Movimiento 26 de Julio y de la Juventud Socialista. El contacto con
esos jóvenes y la paulatina vinculación a las actividades
contribuyen a su formación como revolucionario; participa en
manifestaciones contra el régimen de Batista.
Al triunfar la Revolución, Pedro toma como suyas las
primeras tareas asignadas a los jóvenes, pues siente la necesidad de
ser útil a la Patria.
Desde edades tempranas tuvo inclinación por la
Medicina, le gustaba estar cerca de su padre, que ejercía la
profesión. En septiembre de 1959, ingresa en la Facultad de Medicina
de la Universidad de La Habana. Además, su preocupación científica
lo lleva a formar parte de un grupo de exploraciones espeleológicas.
Por ese tiempo, Pedro le escribe a un antiguo amigo
que había traicionado la Revolución y le dice: "!Ay!, cuánto lo
siento por ti que no podrás participar de esta gloriosa jornada de
un pueblo. ¡Ay de ti, que algún día maldecirás tu estúpida
traición!"
Como no pudo graduarse con sus compañeros de año en
el Turquino porque murió un día después de la victoria en Playa
Girón, el 20 de abril de 1961, Fidel le entregó simbólicamente el
título de médico a su padre en el acto de graduación realizado en la
Sierra Maestra el 14 de noviembre de 1965.