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Recuerdos de Girón

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(1 de abril de 2011)

Su misión allí es ganar

Oscar Sánchez Serra

"Lo primero que se me ocurrió fue venir para acá. Imagínate, nos habíamos enterado que habían bombardeado los aeropuertos. Yo enseguida pensé en el de Rancho Boyeros, vivo, y vivía entonces pegadito a esa pista, qué habría sido de mi familia, me preguntaba.

"Recuerdo que así como dice él, no existía otro sentimiento que el de venir a como diera lugar, a cambiar los bates por los fusiles. Pero nos reunieron en el hotel, y el compañero Matías Flores, uno de los que estaba al frente de la delegación, nos leyó un mensaje en el que la dirección del país nos decía: Milicianos al fusil, estudiantes al estudio, trabajadores al trabajo, peloteros a la pelota. Su misión allí es ganar".

Así reflejaba el periódico Revolución la llegada a la Patria del primer equipo Campeón Mundial del deporte revolucionario.

Esas fueron las respuestas de Pedro Chávez y Jorge Trigoura cuando les pedimos nos narraran la primera impresión que tuvieron al enterarse, justo en medio del campeonato mundial de béisbol de abril de 1961, que Cuba estaba siendo agredida por el imperialismo yanki.

La historia hizo coincidir la grandeza de un pueblo: en las arenas de Playa Girón se producía la primera gran derrota del imperialismo en América y en Costa Rica, el deporte le daba a la Revolución su primer título mundial.

NOS REGALABAN EL HOME CLUB

"Aquella victoria en la Ciénaga de Zapata y el triunfo de nosotros en Costa Rica es lo más grande que me ha pasado en mi vida de revolucionario. Tengo muy claro en mi memoria lo que recuerda Jorge, pues nosotros íbamos con la mentalidad ganadora, pero cuando nos dieron aquella misión, fue como si a los bates les hubieran puesto dinamita", cuenta Chávez con un brillo en los ojos que no puede disimular.

"Fíjate si fue así, que hicimos en el campeonato, en solo nueve juegos 128 carreras, 14 por cada partido, y solo permitimos 11. En los sorteos para decidir qué equipo era el home club, los contrarios nos regalaban esa condición. Al preguntar por qué hacían eso, respondieron: Para que vayan al bate un inning menos y no nos anoten tantas carreras", cuenta Trigoura.

Rememora Chávez que "fueron días muy tensos, salimos a jugar con mucha presión. Nos habían dicho que la Revolución había sido derrotada, que Fidel se había pegado un tiro, que Raúl estaba preso. Aparecían varias pancartas frente al hotel insultándonos; también personas que nos conminaban a traicionar. Sin embargo, no dejamos un solo día de ir al terreno, y como te decía, en cada aparición, solo nos preocupaba hacerlo mejor para cumplir con la encomienda recibida".

LOS DE LA PALMITA QUE VAYAN AL CARAJO

"Tú eres el número 7, tú ves la palma a la derecha de la ventana de tu habitación. Desde ella misma te vamos a colgar como sigas jugando, así decía una nota que me dejaron en el hotel. Cuando se me acercaron mis compañeros, expresé: no hay de qué preocuparnos, nosotros tenemos una sola misión, así que los de la palmita que vayan al carajo", narra Trigoura, casi muerto de la risa ahora¼ "pero sí, la cosa se puso fea allí", dice.

Y si no lo colgaron, si lo sacaron del juego, pues la tercera base de aquel equipo recibió un bolazo en la cabeza que le impidió continuar en juego. "Tremendo pelotazo, fue un lanzador mexicano, ni recuerdo el nombre ahora. Yo pedí seguir, y lo hice, pero no podía mantenerme en pie, me mareaba; por más que quise tuve que ir al banco. Todo el mundo sabe que Chávez fue uno de los mejores bateadores de la pelota cubana, pero Gago, le dice a su amigo con una sonrisa, si no me dan aquel pelotazo, te alcanzo en jonrones".

"Aquí están todavía entregando todos sus conocimientos varios de aquellos peloteros que tuvimos el privilegio no solo de lograr aquel primer título del deporte revolucionario, sino también del deporte socialista. Afortunadamente lo mismo que te contamos nosotros, lo puedes escuchar de Alfredo Street, quien ganó tres de los nueve choques, Urbano González, Tony González, Raúl "Cachirulo" Díaz", comenta Chávez.

Apuntó además, que el día que se supo lo de la invasión el desaparecido lanzador Rolando Pastor, se paró frente a todos nosotros y exclamó que de los cobardes no se ha escrito nunca nada, salgamos como cubanos valientes que somos, para que se escriba la verdadera historia. Justamente el zurdo fue el abridor del juego del día 20 de abril, cuando ya conocían los peloteros de la heroica victoria. Le lanzó a Costa Rica, permitiéndole solo 3 jits. Chávez y Trigoura también recordaron al ya fallecido José Miguel Pineda, otro zurdo, inmenso desde la lomita en aquel certamen y muy conocido después por la afición por sus triunfos como director con los equipos pinareños en Series Nacionales.

"Creo que si hablamos de aquel mundial, es justo ya que lo recordamos en Granma, hablarte del negro Eladio Sauquet, él fue trabajador de ese periódico y creo que una persona tan noble, tan buen pelotero y tan revolucionario, merece este homenaje, aunque sea una simple mención", acota Chávez.

HOY TENEMOS LA MISMA MISIÓN

Escondieron, ¿por el paso de los 50 años transcurridos o por su modestia?, sus actuaciones en aquel mundial. Pero la historia recoge que Chávez jugó los nueve desafíos, con 36 veces al bate, 19 anotadas, igual cantidad de jits (2 tubeyes y cinco jonrones), 17 impulsadas y astronómico average de 528. Trigoura, pese al bolazo en la cabeza, participó en seis encuentros, con 22 veces al bate, 11 anotadas, 11 jits (1 tubey y cuatro jonrones), 12 remolcadas y 500.

"Leí en el periódico que los jóvenes serán los principales protagonistas del desfile por los aniversario 50 de la victoria de Girón y del carácter socialista de la Revolución. No podía ser de otra forma. Ellos hoy tienen la misma misión que nos dieron hace cincuenta años y estoy seguro de que también ganarán, como lo hicieron los jóvenes Martí, Mella, como lo hacen Fidel y Raúl, todos los del Moncada, los de Girón. Y con nosotros, pueden contar, porque con más de 70 años, si se es revolucionario, siempre se es joven", afirma Chávez¼ Y Trigoura exclamó: "a los enemigos, le digo lo que le dije a los de la palmita de Costa Rica".

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