Gira de Raúl por Asia

 

Regresamos a Cuba llenos de alegría, dijo Raúl al concluir la visita a Viet Nam

Lázaro Barredo Medina

CIUDAD HO CHI MINH.—"Regresamos a Cuba llenos de alegría. Ha sido muy positiva la visita a Viet Nam y, el recorrido que hemos realizado", expresó el General de Ejército Raúl Castro, Segundo Secretario del Partido, al concluir un encuentro de despedida de este país con Nguyen Minh Trient, Secretario General del Partido Comunista en esta gran urbe y miembro del Buró Político.

 Foto: RAÚL ABREURaúl observa una foto de la visita de Fidel a Viet Nam, en los días de la guerra del hermano pueblo contra el invasor yanki.

"Nos vamos felices", dijo Raúl tras valorar de fructíferos los contactos entre los dirigentes vietnamitas y la delegación que encabeza, integrada, además, por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, el Canciller Felipe Pérez Roque y Fernando Remírez de Estenoz, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Partido.

Con el intercambio de experiencias acerca de métodos empleados en la lucha de resistencia frente a la agresión norteamericana, el sistema de construcción de túneles, otras concepciones de la Guerra de Todo el Pueblo y sus factores históricos, concluyó el último día de estancia de la delegación cubana en la República Socialista de Viet Nam.

Desde esta ciudad, Raúl y su comitiva fueron hasta la histórica zona de Cu Chi —distante de aquí 50 kilómetros en línea recta—, donde radicó desde 1961 el puesto de mando del movimiento guerrillero y del Partido en la región.

Cu Chi es un distrito o municipio de 180 kilómetros cuadrados en el que se probaron con éxito las concepciones de la Guerra de Todo el Pueblo mediante un sistema defensivo de túneles, que permitió enfrentar la cruenta agresión yanki, sin que el enemigo pudiese apoderarse jamás de un pedazo del terreno ocupado por el movimiento guerrillero.

Allí los patriotas vietnamitas no solo resistieron, sino también derrotaron todos los embates de las fuerzas norteamericanas y sus títeres, que concentraron unos 50 000 efectivos (de ellos 20 000 estadounidenses) en el intento de controlar la zona, construyeron unas 200 fortificaciones en los alrededores, ubicaron a gran parte de la población en las llamadas aldeas estratégicas —verdaderos campos de concentración— y llegaron a lanzar en bombardeos aéreos, incluidos los de los temibles B-52, y mediante ataques de todo tipo de su artillería terrestre, aproximadamente medio millón de toneladas de bombas y proyectiles.

Cada metro cuadrado de Cu Chi, se calcula, recibió como promedio el impacto de entre 20 y 30 fragmentos de metralla, sin contar las bombas de napalm, el uso de gases contaminantes, la defoliación como resultado del uso del agente naranja, para intentar arrasar con todo, pero —como dijeron los propios expertos occidentales— los vietnamitas hicieron en esta zona una obra talentosa, a la entrada misma de la antigua Saigón.

La delegación cubana recorrió el sistema de túneles y compartió con varios participantes de aquellas históricas jornadas sobre los métodos de combate empleados. Posteriormente acudieron a una pagoda donde están inscritos los nombres de los casi 45 000 combatientes y ciudadanos de Cu Chi que murieron en los épicos enfrentamientos a las fuerzas de ocupación y sus títeres.

El compañero Raúl escribiría en el libro del museo erigido en memoria de aquella gesta: "Gloria eterna a los heroicos guerrilleros de Cu Chi que batieron a muchos yankis invasores y sus fantoches. Sus hazañas recorrieron el mundo e hicieron crecer la admiración de los pueblos del mundo por la heroica resistencia de Viet Nam".

Más tarde, en Ciudad Ho Chi Minh, tuvo lugar la visita al Museo Cultural e Histórico instalado en el antiguo Palacio Presidencial del antiguo régimen de Saigón, hoy Palacio de la Reunificación, donde se reflejan diversos acontecimientos de la lucha guerrillera en Viet Nam.

En este lugar Raúl compartió con algunos combatientes que protagonizaron hazañas en aquellas jornadas liberadoras, entre ellos Vu Dang Toan, jefe de una de las tripulaciones de los dos tanques que irrumpieron en el Palacio el propio 30 de abril de 1975, pusieron la bandera del Ejército Popular de Liberación en lo alto del edificio y detuvieron a los principales personeros del gobierno títere, incluido su presidente.

También departió con el piloto Nguyen Thant Trung, infiltrado en la aviación títere, quien unos días antes de la victoria despegó en uno de los aviones suministrados al enemigo por Estados Unidos, desde una de las bases yankis, bombardeó el Palacio Presidencial en medio de un nutrido fuego antiaéreo y luego aterrizó en un arrozal de una zona liberada, también bajo nutrido fuego antiaéreo, esta vez de las fuerzas guerrilleras.

Las principales autoridades de la ciudad ofrecieron al Segundo Secretario y a la delegación una cena de despedida, durante la cual Nguyen Minh Trient entregó como regalo para el compañero Fidel un fino cuadro con la figura de Ho Chi Minh.

Así concluyen quince días intensos de visitas oficiales a China, Laos, Malasia y Viet Nam, durante los cuales se contactó a los principales líderes de cada una de esas naciones, se profundizaron las magníficas relaciones políticas ya existentes y se avanzó en el propósito de llevar al mismo nivel las relaciones económicas y la cooperación.

   

SubirSubir