PORTO ALEGRE.— A escasas horas de la apertura de
la tercera edición del Foro Social Mundial, Porto Alegre
"explota" en gente y preparativos y las organizaciones
sociales brasileñas afinan sus violines.
Si en el 2001, amplios sectores de base de esas
organizaciones se sentían poco involucrados en el evento de Porto
Alegre, todo es distinto dos años más tarde.
"Soy muy optimista por lo que puede aportar
este tercer FSM... hemos crecido y madurado" afirma con
vehemencia D'Jalma Costa, miembro de la dirección estadual de San
Pablo de la Central de Movimientos Populares (CMP), una de las redes
urbanas de más peso en todo el país. Reivindica, al mismo tiempo,
la riqueza del Foro que en tan poco tiempo ha logrado crecer y
extenderse tanto geográfica como socialmente.
"El Foro constituye parte ya de nuestra
agenda. Desde hace un tiempo debatimos contenidos e ideas.
Propiciamos la participación de nuestros activistas, y en este
caso, particularmente, de centenares de jóvenes de nuestras
organizaciones adherentes", señala Costa. Aunque reconoce que
la agotadora campaña electoral brasileña postergó, durante
algunos meses, entre las bases, el debate conceptual más de fondo
para preparar el evento de Porto Alegre.
Cerca de 60 dirigentes de la CMP de todo el país
llegarán a Porto Alegre, precisó "Entendemos al evento como
un escenario marco que no reemplaza los desafíos de nuestro trabajo
militante diario pero que los sitúa, les da una referencia
internacional, le pone nombre y apellido a la búsqueda de
alternativas y soluciones comunes para todo el planeta.
"Si de puntos a mejorar se trata, la
necesidad de avanzar en un proceso de confluencia no solo
cuantitativo sino también de contenidos" surge como un reto a
mediano plazo, según Costa.
"Por ejemplo, si bien hay un acuerdo general
del FSM de combatir el ALCA (Área Libre Comercio de las Américas),
la forma de esa lucha unificada no está madurada.
"En varios países de Latinoamérica hemos
impulsado amplias consultas populares (plebiscitos) contra el
Tratado... ¿Por qué no definir en conjunto metodologías que
ayuden a nuestra propia pedagogía (aprendizaje e intercambio)
común?", interroga el joven dirigente brasileño.
Propone una reducción de temáticas centrales a
debatir en las próximas ediciones del Foro: "31 temas
centrales no hace más que abrir puntas y dejar todo el resto a
medias, a veces con algo de frustración por no poder ir al
fondo".
"Es fundamental precisar, aterrizar. Bajar
los grandes contenidos a la cotidianeidad... Cuando voy a trabajar
en mi favela no puedo sólo hablar de utopías... Debo ofrecer
propuestas, operar con una metodología, traducir las grandes
reflexiones a la capacidad de escucha de ese grupo humano",
indica.
Y de ahí la importancia de contenidos claros y
conclusiones concretas del FSM. "No para imponer líneas
mundiales que nadie cumpliría, pero para ir avanzando en una
pedagogía de conjunto que pueda compartirse", insiste.
La CMP organiza una serie de talleres y debates y
las problemáticas que los movilizan —la miseria y marginalidad
creciente en el sector urbano en sus más amplias formas— fueron
incorporadas de una u otra manera en varios de los ejes temáticos
centrales del Foro.