23-01-2003
Lula es un aliado en
nuestra lucha, pero no daremos
tregua al latifundio
Egidio Brunetto,
líder de los Sin Tierra brasileños, afirma que el ALCA es un
proyecto de dominación
Orlando
Oramas León
Enviado especial de Granma
Entra el indio de
pelo lacio y negro, ya sea boliviano o ecuatoriano. Junto a él
está sentada una mujer musulmana. Ella es de Malasia. Un negro
sudafricano pide la palabra y luego la cede a un árabe. Se trata de
la Asamblea Mundial Campesina, que sesiona en Porto Alegre, una
especie de cumbre de los desposeídos.
Muchos llegaron con
sus aperos de labranza. El escenario está adornado con los cinco
continentes hechos a relieve, en madera, y rellenos con granos
básicos, arroz, frijol, etc. Un baluarte de este evento, que
sesiona paralelo al III Foro Social Mundial, lo constituye el
Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, cuyo líder en el
estado de Matto Grosso, Egidio Brunetto, ha estado fungiendo como
coordinador de la Asamblea.
El MST cobró gran
notoriedad por la lucha sostenida durante todos estos años en favor
del derecho a la tierra del campesinado brasileño. La victoria del
Partido del Trabajo, que llevó a Luiz Inacio Lula da Silva a la
Presidencia, abre nuevas perspectivas para sus reclamos. Sobre ello
responde Brunetto a Granma:
"Con
Lula se crean condiciones para nuevas conquistas. No creo que tenga
condiciones para realizar una reforma agraria integral, aunque hay
muchos espacios donde trabajar. El primer paso es recuperar la
economía, que estaba muy debilitada por las políticas
neoliberales. Luego está el enfrentamiento con el modelo neoliberal
en la agricultura.
"Pensamos
que el Gobierno de Lula es un aliado nuestro contra el modelo
neoliberal en la agricultura; también es un aliado contra el
latifundio. Pero la reforma agraria depende aquí mucho más de la
capacidad que tiene el movimiento social de impulsar la lucha, pues
los recursos son muy limitados para llevarla a cabo. Por tanto,
depende mucho de nosotros, los campesinos."
¿Podría el MST
considerar una especie de tregua en su accionar, en particular en la
toma de tierras?
"Nosotros
no utilizamos la palabra tregua. Somos un movimiento de masas y
nuestro trabajo es movilizar y organizar a la gente para que
presione, para tener conquistas. No hay un salvador de la patria,
las conquistas dependen de la lucha del pueblo. Claro que las
tácticas pueden cambiar de acuerdo con las circunstancias, pero
seguiremos movilizando a la gente contra el latifundio. La palabra
tregua no cabe en nuestra lucha política."
Para mi entrevistado
las reivindicaciones de los campesinos brasileños pueden ser
impulsadoras del cambio. Refiere que en su país la población rural
es algo más del 25%, lo cual quiere decir más de 30 millones de
seres humanos.
"Hay
un grupo fuerte de movimientos sociales con propuestas concretas en
la agricultura, reforma agraria, educación, desarrollo cultural,
protección del medio ambiente. Tenemos también muchos campesinos
que no están organizados, sobre todo los obreros agrícolas,
pequeños campesinos y por tanto el potencial de lucha es muy grande
y debe crecer ahora."
Una de las
prioridades del nuevo Gobierno brasileño es el Programa Cero
Hambre, impulsado por el presidente Lula para alimentar a millones
de personas en áreas deprimidas y marginadas de este extenso país.
Brunetto cree que el programa beneficia al MST, pero también dice
que hay que estar alertas:
"Nos
beneficia porque buena parte de los campesinos sin tierra necesita
comer y tiene carencias. Segundo porque tenemos gran capacidad para
producir alimentos, unas 300 000 familias con tierras, cooperativas,
agroindustria. Es decir, los recursos que se inviertan tienen que
ser para alimentar a los que no tienen y otra parte para que el
campesino produzca. Solo así se hace sustentable. El programa tiene
una disputa porque las grandes empresas quieren que sea
asistencialista, para ellos vender su mercancía y la ofrecen a
precios más baratos a lo que nosotros podemos. Por tanto el
Gobierno debe tomar en cuenta nuestra postura."
¿Y el ALCA?
"El
ALCA nos perjudica. La llamada Área de Libre Comercio significa
importación y apertura unilateral de nuestros mercados. Nos
invadirán con productos subsidiados por Estados Unidos. Es toda una
estrategia de destrucción, por la vía rápida, de la pequeña
producción agropecuaria. Pero no significa solo un proyecto
comercial o económico, también entraña un propósito de
dominación política, así como un mecanismo de control y
destrucción de nuestra biodiversidad, de imposición cultural."
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