(...) La Ley de Reforma Agraria se dicta después de que
se habían dictado otras muchas medidas revolucionarias que pueden
afectar distintos intereses y sin embargo, puede decirse aquí, el
entusiasmo, por ejemplo de las instituciones cívicas representativas de
la clase media, los profesionales, es tan grande, como el entusiasmo de
los campesinos, los obreros y los estudiantes, lo cual garantiza el
éxito de esta Revolución. Lo enemigos de la patria, los intereses que
quieren seguir perpetuando los métodos que hemos abolido para siempre,
no podrán contar con aliados en nuestro país, porque se estrellarán
todos los intentos de despertar egoísmo de sectores, porque todos los
sectores han dicho unánimemente, que por encima de todo está la patria
(...)
Los beneficios que la Revolución ha aportado, aún a
aquellas familias lesionadas económicamente, son tan palpables, que no
tiene otra explicación, sino ese hecho cierto y el espíritu sensible y
digno del cubano, el amor a su tierra, la conciencia que se ha creado en
los hijos de esta tierra, es la explicación del respaldo tan unánime que
tiene la Revolución cubana.
Y al decir esto, al demostrar que estamos haciendo una
Revolución profunda y que la estamos haciendo con el apoyo de todo el
pueblo, al decir que nosotros podemos retar a cualquier régimen que se
llame democrático a que pruebe si en algún país hay más democracia y más
libertad de la que hay en Cuba, no me quedaría sino añadir que otra de
las características de esta Revolución es que nosotros podemos someter a
la voluntad del pueblo y a la consideración del pueblo, las medidas que
estamos tomando y la política que está siguiendo el Gobierno
Revolucionario, y la inmensa mayoría del pueblo nos respalda, y en
cualquier hora, en cualquier circunstancia, cualquier día, cualquier mes
y cualquier año, podemos consultar al pueblo para demostrar que somos
más demócratas que nadie.
Hay una fuerza muy superior a cualquier otra fuerza en
el mundo, y es la fuerza de la razón, la fuerza de la idea, la fuerza
del ejemplo, el estar actuando de acuerdo con el espíritu de justicia de
los hombres, que aquí o en cualquier otro sitio de América y del mundo,
estarán todos los hombres que sienten la justicia, que por un instinto o
por un sentido ético o por una concepción nacional, tengan una noción de
los hombres y del papel de los hombres y del papel del ser humano más
digna que la de vivir oprimidos, la de vivir explotados, la de vivir
maltratados, la de vivir angustiados, la de vivir arrastrados; todos los
que tengan una idea limpia del destino del hombre y un sentido elevado
del hombre, los que no vean al hombre como un ser miserable y que lo
vean digno de que por él se hagan los mayores esfuerzos, los que tengan
fe en los pueblos, los que tengan fe en la humanidad, los hombres que
crean en que avanza la humanidad por encima de todos los obstáculos, por
encima de todas las dificultades, los que crean que existe la
solidaridad humana, los que crean que puede sentirse el ser humano más
feliz, cuando le hace bien al hombre, al semejante, que cuando lo
maltrata o esquilma; todos los que aquí como en cualquier parte de
América o del mundo sean capaces de seguir esas verdades, esos estarán
de acuerdo con lo que nuestra Revolución está haciendo.