A solicitud de los periodistas, el jueves 21 de mayo el
Comandante Fidel Castro regresa al programa Ante la Prensa. El tema
principal pasa a ser la firma de la Ley de la Reforma Agraria y los
comentarios acerca de que va a ser modificada, sobre lo cual Fidel
aclara:
Hemos dictado una verdadera Ley Agraria que en cincuenta
y tantos años nadie se atrevió a dictar. El gobierno tiene el valor de
asumir la responsabilidad de sus medidas. Es una cosa demostrada. La ley
la hemos estudiado muy bien. Es la ley que más se ha estudiado. Desde el
viaje aquel de la Ciénaga de Zapata hasta el último día, se estuvo
considerando todos los de-talles de la ley, para tratar de que no se nos
escapara un solo punto. Hemos escuchado las opiniones de personas
conocedoras de cuestiones de la agricultura y, además, nos hemos guiado
por nuestros principios revolucionarios. Los mismos principios que
inspiraron la Ley Agraria de la Sierra Maestra, solo que en aquella
ocasión era dentro de una jurisdicción limitada como la que teníamos
nosotros y no íbamos a votar una ley completa para el territorio
nacional, pero sí establecimos en uno de los por cuantos que sería tarea
del Gobierno Provisional Revolucionario dar cumplimiento al artículo de
la Constitución que proscribe el latifundio, que sería una de las leyes
que dictaría el Gobierno Revolucionario. Si nosotros abrimos el capítulo
de las recomendaciones, si abrimos nada más que la esperanza de
modificaciones a la ley, íbamos a crear, a lo mejor a despertar muchas
esperanzas vanas, y a entrar en un proceso de dilación y de
desconfianza. La Revolución ha dictado su ley después de estudiarla muy
bien. Ahora, lo que nosotros no podemos admitir es una vez dictada la
medida, retroceder un solo paso. Por lo tanto declaro aquí como es mi
deber, ante todo el pueblo, que es el firme propósito del Gobierno
Revolucionario, no dar un solo paso atrás con respecto a la ley
revolucionaria, que antes de concebir esperanzas de que sea modificada
más vale que esa energía se invierta en resignación, o si se quiere en
adaptación a la ley revolucionaria, porque esas son como las cosas que
no tienen remedio. Al fin y al cabo se pierde, pero, ¿qué se pierde? Se
pierde tierra, se pierde dinero [... ]
[... ] Hay que acabar de captar la realidad
revolucionaria y aceptar la realidad de la Ley Agraria, que se va a
cumplir hasta la última coma y hasta sus últimas consecuencias,
sencillamente. No hacemos leyes con el propósito de rectificarlas, sobre
todo cuando la hemos estudiado tan bien como hemos estudiado la Ley
Agraria [... ] ese criterio firme lo propuse al grupo de compañeros que
estaban estudiando la ley, porque para hacer una ley que dejara intacto
el latifundio no hacíamos ninguna ley. Hacer una ley aunque lesione
intereses, porque aquí se va a poner bravo lo mismo al que le quiten
media caballería que al que le quiten 300. Mejor dicho, no le vamos a
quitar nada a nadie, vamos a pagar las caballerías, pero se va a poner
bravo igual. Pero despertarle tantas ilusiones al pueblo, hacer una
Revolución donde la Ley Agraria es su pilar fundamental, para no hacer
una Ley Agraria verdadera, hubiéramos empezado por no hacerla, ni hacer
la Revolución siquiera, porque yo digo honradamente que aquí, o se hacía
una Revolución si se quería establecer una democracia en Cuba, o Cuba no
se podía gobernar más que mediante medidas dictatoriales porque no veía
otra manera de frenar el descontento del país y el estado de crisis que
había en el país. Luego, la dictadura fue una consecuencia natural y lo
que siguió fue mantener en cámara de oxígeno un régimen social que el
pueblo no podía soportar. Luego, si se quería establecer una verdadera
democracia, había que hacer una Revolución como esta, o de lo contrario
dejar a Batista en el poder, porque no había otra manera de gobernar a
la república que mediante procedimientos dictatoriales o de violencia,
si no se hacía una Revolución.
Luego, hicimos una Revolución no para quitar a Batista,
sino para resolver de raíz todos los males, y, en consecuencia,
estaríamos traicionando a los hombres que han caído en esta lucha, si no
tenemos el valor de llevar adelante, con todas sus consecuencias las
medidas revolucionarias, que todo el mundo sabe que las hemos enmarcado
dentro de medidas democráticas y humanas, [... ]