El domingo 10 de mayo, el Comandante en Jefe
comparece ante el programa de televisión Telemundo Pregunta,
en el que responde a los periodistas sobre su visita a varios
países, el apoyo que recibió de esos pueblos, y otros asuntos de
interés.
Respecto a la realidad latinoamericana, Fidel
declara:
La situación de esos pueblos es dramática y su
estado económico conspira contra su de-sarrollo constitucional y
democrático.
Esas son verdades que no se pueden rebatir. Nosotros
planteamos que si partiendo de esos problemas, de que la situación
política es consecuencia de la falta de desarrollo ¿cómo resolver el
problema? Hay tres maneras: O ahorramos, o por medio de inversiones
privadas o financiamientos públicos. Yo explicaba que los
economistas no habían explicado ninguna otra fórmula todavía.
Que el primero era imposible, salvo que los Estados
Unidos alterasen por completo su estructura económica y le
ensanchasen el mercado a nuestros productos latinoamericanos,
quitando subsidios y restricciones, con los cuales aumentáramos
nuestras ventas y pudiéramos utilizar esos ingresos para ahorrar.
Segundo: Inversiones privadas. Nosotros hicimos una
exposición que demuestra el error del viejo criterio de querer
resolver nuestros problemas con el libre juego o con el movimiento
de los capitales privados [...]
El capital privado exige condiciones previas que no
se pueden dar, que es absurdo pensar que se den en los países
subdesarrollados, que no puede haber gobierno institucional que las
imponga, porque lo derriban. Que los gobiernos de fuerza la imponen
a sangre y fuego, pero que jamás han resuelto el problema. Luego era
evidente que el capital privado iba hacia las zonas donde las
condiciones eran mejores, donde esas condiciones no se dan, que
además el capital iba hacia determinados tipos de inversiones más
rentables y más seguras.
Que los pueblos tenían que esperar por soluciones
que habían sido consideradas como soluciones durante mucho tiempo,
pero que no habían resuelto nada. Luego, que entonces no se hablara
de inversiones privadas, porque allí no se trataba de resolver los
problemas de algunas naciones y no el de las demás. No se trataba de
resolver el de una, sino el de todas. Era absurdo pensar en
soluciones que no resolviesen los problemas de todas.
Luego había solo una solución, que era la
movilización del capital a través del financiamiento público,
invertido a su vez por instituciones de crédito público, que hubiese
empresas nacionales, lo cual, además, está mucho más de acuerdo con
el sentimiento, con las aspiraciones de nuestra nación.
El desarrollo económico de América Latina debe estar
basado en una economía propia, que los pueblos no tengan la
sensación de que les están extrayendo el zumo.
(Tomado del períodico HOY)