[...] No puedo hablar mucho tiempo aquí por dos
razones: una, porque el avión me está esperando, y tengo un largo
programa que cumplir, y aquí en los Estados Unidos alguien me dijo
que debía ser puntual. Segundo, porque mi inglés esta mañana no se
despertó muy claro. [... ] Si ustedes observan a Cuba verán que los
que están gobernando el país, todos ellos, son jóvenes, hombres de
treinta, veinte años [... ]. Todos son jóvenes, y es cierto que de
los jóvenes se puede esperar lo mejor. [... ]
[... ] Es posible que para muchas cosas se necesite
la experiencia. Pero para esas tareas, las tareas políticas,
aquellas luchas por los ideales, no hay nadie mejor que los jóvenes.
Solo los jóvenes son capaces de hacer los más grandes sacrificios, y
mientras más pobres sean las personas, más desinteresadas son. Y yo
lo he visto en mi país, todos los sacrificios que hicieron los
jóvenes. Miles de ellos fueron asesinados durante la lucha, la
mayoría de ellos no en el campo de batalla, la mayoría de ellos en
la ciudad, por la represión de la dictadura, donde la mayoría de
ellos eran asesinados de noche, sin tener la oportunidad de
defenderse. Eran arrestados y muchas veces desaparecían. Pero
nuestros jóvenes nunca tuvieron miedo y continuaron. Mientras mayor
eran la persecución y el terror, más decididos estaban a continuar
la lucha. Por eso fue posible la victoria. Fue posible por el coraje
de nuestros jóvenes, y por otra cosa muy importante, por la fe [...
]Todos al principio consideraban que nuestra empresa era muy difícil
porque eran pocos los que creían que un día venceríamos [... ]
[... ] Al principio fuimos derrotados varias veces,
y en los últimos intentos fuimos derrotados también [... ] en tres
ocasiones fuimos casi completamente derrotados, pero empezamos a ser
un poco más numerosos. Y así comenzamos a crecer [... ] Y así, con
pocos recursos, luchamos contra un ejército moderno, bien armado,
pero sin ideales, sin moral, y esta fe, esa fe, hizo posible nuestra
victoria.
De modo que no hay nada más importante en la vida
que creer en lo que estamos haciendo, creer en nuestros ideales.
Alguien dijo que la fe mueve montañas, y yo lo creo, porque una gran
dificultad que parecía imposible de vencer, al final fue posible. Es
por eso que cada vez que tengo tiempo de reunirme con los jóvenes
siento una especial emoción, porque sé que las naciones y los
grandes ideales pueden esperar mucho de los jóvenes. Porque solo en
la juventud, repito, estos ideales pueden existir, pueden abrirse
paso. Y solo en la juventud existe fe, la fe suficiente y la energía
suficiente para hacerlos realidad.
En nuestro país estamos comenzando una labor, al
principio fue difícil, pero continúa siéndolo ahora, porque al
principio se trataba de la lucha física, ahora tenemos que gobernar
nuestro país. No es una tarea fácil. Pensábamos que teóricamente era
fácil, pero en realidad es también una tarea difícil, porque las
naciones están compuestas por millones de personas, con sus
sentimientos, sus pasiones, sus intereses. Pero a pesar de ello
hemos encontrado mucha voluntad en nuestro pueblo que desea
ayudarnos. Cuando el pueblo ve que usted es honesto, que usted es
sincero, que usted quiere realmente ser mejor, al pueblo no le
importa que usted se equivoque una vez, o dos o tres veces, o las
veces que... muchas veces. Al pueblo lo que le interesa es la
honestidad y quiere que el gobierno haga las cosas lo mejor posible.
Sí... me están recordando el avión. Miren, voy a
concluir. Yo supongo que a ustedes les gustaría saber la historia de
la Revolución cubana. Supongo que ustedes, como jóvenes que son,
quisieran saber todas las dificultades que pasamos, cómo fueron
nuestras vidas, por qué pudimos resistir, cómo obtuvimos la victoria
en el campo de batalla, cuáles son nuestros ideales y cómo los
obtuvimos, las personas que estuvieron conmigo tanto tiempo. Espero
verlos nuevamente. Para esa ocasión les prometo mejorar mi inglés,
para que puedan entenderme claramente. Los invito a que vayan a
Cuba, para que vean lo que está ocurriendo en ese país vecino [... ]
[... ] Esperamos mucho de ustedes, la juventud de
esta gran nación. Ustedes son la esperanza de la nación. Y ustedes,
la juventud, son la esperanza de nosotros, los vecinos más cercanos
de los Estados Unidos. Queremos encontrar amistad aquí en este país,
y es por eso que nos sentimos muy contentos de tener en ustedes, los
estudiantes, a nuestros mejores amigos, porque en el futuro ustedes
serán los líderes y los conductores de esta nación. De modo que
ustedes pueden hacer mucho por su país y por la amistad con el resto
de los países de América Latina [... ]