Aquí gobierna el pueblo

(Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la concentración de los obreros de plantas eléctricas, el 11 de abril de 1959).

[¼ ] Democracia es lo que hay aquí, justicia es lo que hay aquí, libertad es lo que hay aquí, derechos humanos son los que existen aquí [¼ ]. Lo demócrata, lo justo, si se quiere atender a los derechos de un pueblo, a la voluntad mayoritaria de un pueblo, que es la que debe imperar, a los derechos humanos de un pueblo, lo que tienen que hacer es mandar para acá a los criminales de guerra, lo que tienen que hacer es devolvernos los millones que se robaron y se llevaron para allá; porque aquí cuando viene un gángster no lo ponemos en libertad, cuando viene un gángster lo enviamos otra vez para que lo castiguen los tribunales de su país; cuando viene un ladrón no lo ponemos en libertad, devolvemos al ladrón y devolvemos el dinero. Eso sí es respetar las leyes de otro pueblo, eso sí es respetar los derechos de otro pueblo, eso sí es actuar democráticamente, eso sí es respetar la dignidad de los pueblos y respetar la dignidad del hombre aquí.

Aquí sí hay democracia, aquí sí habrá una verdadera democracia y aquí no gobernarán las oligarquías poderosas, las que tienen poderosos recursos, las que fabrican opinión a través de cadenas de periódicos o de estaciones de radio. No, aquí no gobernarán las oligarquías.

No se puede llamar democracia al gobierno de las oligarquías; democracia es el gobierno del pueblo, como dijo Lincoln, para el pueblo y por el pueblo, y aquí sí hay democracia porque aquí ya las oligarquías no gobiernan, aquí gobierna el pueblo. Así que las campañas podrán valer superficialmente un tiempo determinado, pero a la larga la historia hablará de nuestra Revolución, la historia escribirá sobre nuestra Revolución y la historia consignará que este pueblo pequeño, pero digno se irguió frente a todas las calumnias, frente a toda la infamia, y frente a todos los poderes marchó adelante firmemente, sin acobardarse, sin doblegarse y estableció una verdadera democracia sobre una verdadera justicia social.

Nuestro pueblo será tanto más grande cuanto más grandes sean los obstáculos que tiene delante; más hablará de nuestro pueblo la historia cuanto más dificultades tenga que vencer; más justicia le hará el porvenir cuanto más se le calumnie hoy, y solo podrá decirse que aquí se organizó una sociedad donde todos los pueblos del mundo pudieron venir a aprender lo que era justicia, lo que era democracia, y que supo defenderla y supo sostenerla, y, aunque no sabemos lo que el destino nos depare, sí tenemos la seguridad suficiente para decir que nuestra Revolución triunfará porque sabremos defenderla, o que nuestro pueblo perecerá si es preciso perecer para defenderla (APLAUSOS).

   

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