Yo muchas veces pienso que determinados funcionarios
le estarían prestando más servicios a la colectividad sembrando
lechuga que en un departamento del Estado sentados en un buró sin
hacer nada (APLAUSOS), porque es una cosa terrible pensar en lo
antieconómico y en lo nocivo que resultan a la economía del país
hombres que no producen, que realmente no producen y que, en cambio,
estén consumiendo.
Por ejemplo, un médico está curando, un maestro está
enseñando, otros están tomando otras disposiciones, otros están
haciendo determinados trámites que son necesarios dentro del Estado;
pero, realmente, el tipo de funcionario que no haga nada, que no
preste un servicio útil, que está ahí, resulta antieconómico, porque
el arroz que come lo siembra alguien, los zapatos que se pone los
fabrica alguien, la ropa que se pone la fabrica alguien, las
medicinas que se toma las produce alguien, todos los servicios que
va recibiendo: el pan, la leche, la carne, todo, alguien lo produce
y, sin embargo, él no produce nada (EXCLAMACIONES DE: "¡Que
salga!").
Ya yo decía que hay muchos casos. Esos casos del
hombre que lo han situado allí en un trabajo donde no desempeña nada
resulta antieconómico; mucho mejor es que él, a su vez, estuviese
produciendo aunque fuesen pepinos para aquel que produce los
zapatos, la ropa, la leche, la carne, en definitiva, que todos
deberíamos estar haciendo algo útil, en la misma medida en que
estamos recibiendo los servicios útiles de otros, porque todo lo que
sea gastar y no producir es antieconómico, porque eso lo paga
alguien, eso lo produce alguien, eso lo trabaja alguien.
Y la economía de un país, la organización social y
política de un país, deben tender a eliminar todo lo que sea
consumidores que no produzcan, o sea, poner a todos a producir,
porque mientras más seamos a producir, más nos toca. Si somos pocos
a producir y muchos a repartir, nos toca poco (APLAUSOS).
Y, claro, se encuentra uno una república organizada
como está, colonizada por completo, atrasada por completo, y
enderezar esto lleva tiempo, arreglar esto correctamente lleva
tiempo, porque todo está no solo atravesado sino enredado; porque es
el enredo de años y de siglos y cuando usted arregla por aquí se le
desarregla por allá, y tiene que ir arreglándolo todo sin
desarreglar nada, y a veces la menor medida crea inconvenientes.