[¼ ] Si la Revolución
encuentra obstáculos, porque quiere ser justa, que vengan los
obstáculos; si el pueblo de Cuba tiene que hacer sacrificios porque
la Revolución es justa, que vengan los sacrificios. Me dicen que si
hay que comer malanga la comeremos. Pero bueno, que cuando llegue la
hora de comer malanga que la comamos de verdad sin protestar. No sea
que al cabo de tres meses comiendo malanga se aburra la gente.
El problema es que yo voy a decir una cosa, porque
tengo en estos días una espinita por dentro, pensando que el pueblo
no esté completamente maduro todavía, que el pueblo no esté
completamente preparado todavía y les voy a decir una cosa: que no
nos vayan a dejar embarcado al Gobierno Revolucionario, porque aquí
antes los gobernantes embarcaban al pueblo, ahora que el pueblo no
vaya a dejar embarcado al Gobierno Revolucionario.
Y les voy a decir por qué digo esto. Porque yo tuve
una experiencia muy amarga en días recientes y fue porque planteé
una injusticia más de las que se han cometido y con el mismo sentido
y la misma claridad con que he hablado de todos los problemas y con
el mismo espíritu revolucionario con que he hablado del latifundio y
de otras ideas revolucionarias, planteé el problema de la
discriminación racial. Y hablé claro, planteé el problema
serenamente. Lo planteé claro, expliqué sus causas, dije bien
claramente que era una cuestión fundamentalmente de educación. Y sin
embargo, me encuentro con una triste realidad, que mucha gente no me
había entendido, que mucha gente me criticaba. Y yo desde luego
dije, que si por hablar con justicia me tenían que criticar y me
tenían que hacer lo que me tenían que hacer, jamás renunciaría a
hablar con justicia.
Y yo me pregunté, entre otras cosas, por qué no me
comprendieron mucha gente cuando planteé este problema. ¿No era una
injusticia igual que las demás? (gritos de "sí"). Y, ¿por qué gente
que aplaudía cuando rebajamos los alquileres o cuando hablamos de
proscribir el latifundio me criticaron cuando planteé el problema de
la injusticia de la discriminación racial?
Lo triste es que había hasta gente del pueblo. Los
humildes, no de la high life, sino de los low life,
porque hay gente a las que les están poniendo la bota encima y están
protestando de la bota que le tienen puesta, y sin embargo, no
protestan de la bota que le están poniendo al lado al vecino, y el
problema no es protestar de las cosas que nos duelen, sino protestar
también de las cosas que les duelen a los otros, porque el hombre no
puede ser egoísta y mucho menos puede ser egoísta el hombre del
pueblo. Por eso yo digo que el que es humilde y tiene prejuicios,
pertenece a la low life. Pero eso, ¿por qué? Señores, ¿por
qué hay prejuicios? Porque el pueblo no ha sido educado. ¿Por qué?
Sencillamente porque los gobernantes anteriores no hicieron
absolutamente nada por poner fin a los prejuicios.
Los únicos que se aprovechan de estas ideas viejas y
de estos prejuicios, los únicos que salen ganando con estos
prejuicios, son los enemigos de la Revolución, son los grandes
intereses creados, son los que quieren debilitar y dividir al
pueblo, son los que quieren destruir el espíritu de hermandad y de
confraternidad que debe unir a todos los cubanos.