[...] cuál es la única esperanza de la contrarrevolución para
conquistar de nuevo el poder? Pues conquistarlo con la ayuda del
extranjero.
La única esperanza de la contrarrevolución para
conquistar el poder, como sabe que no tiene el menor chance de
conquistarlo con el pueblo, es con la ayuda extranjera; luego, los
contrarrevolucionarios son, antes que nada, traidores a su patria,
sonsacadores del extranjero, celestinas que hablan al oído del
extranjero poderoso, para ver si con todos los recursos implantan
aquí de nuevo en el suelo de la patria la contrarrevolución.
Como no pueden tener la menor esperanza de
conquistar el poder mediante unas elecciones o mediante las armas,
¿a qué todo ese ajetreo conspirativo en el extranjero? ¿Qué quiere
decir? ¿A qué toda esa campaña calumniosa contra la Revolución
Cubana? ¿Qué quiere decir? Que la contrarrevolución solo aspira a
conquistar de nuevo el poder con la ayuda del extranjero, que quien
sirve a la contrarrevolución es traidor a su patria, y más vale que
comprendan a tiempo aquello que dijo Maceo, que ha repetido Raúl en
dos discursos, y que hoy apareció en un letrero: "Quien intente
apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre"
(APLAUSOS). Y que aquí pierdan toda esperanza de reimplantar el
pasado odioso; que aquí pierdan toda esperanza de volver a sentar
sus reales los Ventura, los Laurent, los Masferrer y los intereses
creados (ABUCHEOS), aunque reciban toda la ayuda que les quieran
prestar, porque aquí antes tendrían un pueblo a quien oprimir, a
quien masacrar, pero a este pueblo, como intenten volver a
oprimirlo, tendrán que exterminarlo antes de lograr el empeño, y
tendrán que conformarse con oprimir la tierra calcinada y desértica
(APLAUSOS).
¡Que pierdan sus ilusiones que aquí jamás, aunque
usen todos los recursos, toda la propaganda, todos los medios para
obstruccionarnos, para dividirnos, para debilitarnos, porque creo en
este pueblo, porque conozco sus defectos, porque conozco sus
deficiencias, que no son suyas, sino las que heredó, y conozco
también sus extraordinarias virtudes, este pueblo cubano, a este
pueblo nuestro, a este pueblo de Maceo y de Martí digo que no lo
vuelven a oprimir! (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS.)
Más vale que pierdan la esperanza, porque aquí he
dicho nuestros defectos, y he dicho que tenemos que evolucionar y he
dicho que tenemos que unirnos cada día más y coordinarnos cada día
más, y unir no solamente a los sectores, sino unir a la nación, unir
a la clase media con los obreros y los campesinos, y dejar fuera
solamente al grupito de retardatarios que no acaban de convencerse
de que la Revolución no hay quien pueda frenarla; unir no sólo los
sectores revolucionarios, sino los sectores sociales en estrecho haz
[...]
[... ] Hay que mantener a la nación unida frente a
la oligarquía internacional, hay que mantener a la nación unida para
que nos encuentren firmes, para que nos encuentren fuertes.
¡Que deserten de las filas de la nación los pocos
que constituyen los intereses egoístas, incapaces del menor
sacrificio por la patria! ¡Que deserten de las filas de la nación,
los enemigos de la nación y los enemigos de la patria! ¡Que deserten
de las filas de la nación los traidores de siempre!, pero que
deserten a tiempo, para conocerlos a tiempo (APLAUSOS). Que la
nación tiene una tarea muy grande por delante, que la nación tiene
una tarea muy dura por delante, y esta es empresa de hombres enteros
y no de sietemesinos, esta es empresa de hombres generosos y no de
egoístas, esta es una empresa de valientes y no de cobardes
(APLAUSOS).
Si cuando menos posibilidades parecía tener de
triunfo la Revolución no vacilamos en llevarla adelante, ¿cómo vamos
a vacilar ahora? Si cuando éramos un puñadito, perdidos en las
montañas, no vacilamos, ¿cómo vamos a dudar ahora del triunfo de la
Revolución? (APLAUSOS.)