Esta es empresa de hombres generosos y no de egoístas

(Fragmentos del discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro en la concentración popular en el Palacio Presidencial en La Habana, el 22 de marzo de 1959)

[...] cuál es la única esperanza de la contrarrevolución para conquistar de nuevo el poder? Pues conquistarlo con la ayuda del extranjero.

La única esperanza de la contrarrevolución para conquistar el poder, como sabe que no tiene el menor chance de conquistarlo con el pueblo, es con la ayuda extranjera; luego, los contrarrevolucionarios son, antes que nada, traidores a su patria, sonsacadores del extranjero, celestinas que hablan al oído del extranjero poderoso, para ver si con todos los recursos implantan aquí de nuevo en el suelo de la patria la contrarrevolución.

Como no pueden tener la menor esperanza de conquistar el poder mediante unas elecciones o mediante las armas, ¿a qué todo ese ajetreo conspirativo en el extranjero? ¿Qué quiere decir? ¿A qué toda esa campaña calumniosa contra la Revolución Cubana? ¿Qué quiere decir? Que la contrarrevolución solo aspira a conquistar de nuevo el poder con la ayuda del extranjero, que quien sirve a la contrarrevolución es traidor a su patria, y más vale que comprendan a tiempo aquello que dijo Maceo, que ha repetido Raúl en dos discursos, y que hoy apareció en un letrero: "Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre" (APLAUSOS). Y que aquí pierdan toda esperanza de reimplantar el pasado odioso; que aquí pierdan toda esperanza de volver a sentar sus reales los Ventura, los Laurent, los Masferrer y los intereses creados (ABUCHEOS), aunque reciban toda la ayuda que les quieran prestar, porque aquí antes tendrían un pueblo a quien oprimir, a quien masacrar, pero a este pueblo, como intenten volver a oprimirlo, tendrán que exterminarlo antes de lograr el empeño, y tendrán que conformarse con oprimir la tierra calcinada y desértica (APLAUSOS).

¡Que pierdan sus ilusiones que aquí jamás, aunque usen todos los recursos, toda la propaganda, todos los medios para obstruccionarnos, para dividirnos, para debilitarnos, porque creo en este pueblo, porque conozco sus defectos, porque conozco sus deficiencias, que no son suyas, sino las que heredó, y conozco también sus extraordinarias virtudes, este pueblo cubano, a este pueblo nuestro, a este pueblo de Maceo y de Martí digo que no lo vuelven a oprimir! (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS.)

Más vale que pierdan la esperanza, porque aquí he dicho nuestros defectos, y he dicho que tenemos que evolucionar y he dicho que tenemos que unirnos cada día más y coordinarnos cada día más, y unir no solamente a los sectores, sino unir a la nación, unir a la clase media con los obreros y los campesinos, y dejar fuera solamente al grupito de retardatarios que no acaban de convencerse de que la Revolución no hay quien pueda frenarla; unir no sólo los sectores revolucionarios, sino los sectores sociales en estrecho haz [...]

[... ] Hay que mantener a la nación unida frente a la oligarquía internacional, hay que mantener a la nación unida para que nos encuentren firmes, para que nos encuentren fuertes.

¡Que deserten de las filas de la nación los pocos que constituyen los intereses egoístas, incapaces del menor sacrificio por la patria! ¡Que deserten de las filas de la nación, los enemigos de la nación y los enemigos de la patria! ¡Que deserten de las filas de la nación los traidores de siempre!, pero que deserten a tiempo, para conocerlos a tiempo (APLAUSOS). Que la nación tiene una tarea muy grande por delante, que la nación tiene una tarea muy dura por delante, y esta es empresa de hombres enteros y no de sietemesinos, esta es empresa de hombres generosos y no de egoístas, esta es una empresa de valientes y no de cobardes (APLAUSOS).

Si cuando menos posibilidades parecía tener de triunfo la Revolución no vacilamos en llevarla adelante, ¿cómo vamos a vacilar ahora? Si cuando éramos un puñadito, perdidos en las montañas, no vacilamos, ¿cómo vamos a dudar ahora del triunfo de la Revolución? (APLAUSOS.)

   

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