Las universidades deben actuar de acuerdo con los intereses y las necesidades del país

(Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la sesión plenaria celebrada por el comité conjunto de Instituciones Cívicas cubanas, en el salón de actos del Colegio Médico Nacional, el 16 de marzo de 1959.)

[...] Hoy la Revolución abre perspectivas ilimitadas, no solo a todos los profesionales, sino a todos los profesionales que van a surgir, no de una universidad, sino de tres universidades.

¿Qué sería del país si seguía como iba? ¿Si no tenían trabajo los que salían de una universidad, cómo lo iban a tener los que salían de tres y los que iban a salir de seis? (APLAUSOS.) ¿Dónde iban a trabajar los miles y miles de maestros que hay en Cuba? ¿Dónde iban a trabajar los miles y miles de jóvenes que están estudiando en las escuelas del hogar, en las escuelas normales, en las escuelas de kindergarten, de maestras de kindergarten, y en todos los centros de preparación de maestros, si era triple el número de maestros que se graduaban al número de aulas que se abría; triple el número de profesionales que se graduaban que el número de posibilidades que se abría para ellos? ¿Qué iban a hacer, incluso, los que se graduaran en la Universidad de Pinar del Río, si los que se graduaban en la de La Habana no tenían donde trabajar? (RISAS.)

Ahora, ¿cuáles son hoy las perspectivas? Va a haber trabajo para los miles de maestros que están sin trabajo, se van a abrir posibilidades ilimitadas para todos los profesionales de todas las universidades, aunque tengamos que controlar el problema de las profesiones, porque las universidades deben actuar de acuerdo con los intereses y las necesidades del país; no dar lugar a una superproducción de determinados profesionales y a faltas de otros profesionales.

Las universidades deben producir sus profesionales de acuerdo con las necesidades del país, porque de lo contrario arruinan a todos los profesionales, de lo contrario invierten su tiempo y su dinero en preparar hombres que no van a tener empleo. Pero, como un signo de nuestra Revolución, como un acontecimiento cuyo primer lema es la honradez y la verdad, las universidades van a recibir más ayuda que nunca, y dentro de breves semanas se estarán levantando, simultáneamente, tres ciudades universitarias, en Oriente, en Las Villas y en La Habana (APLAUSOS), y se irán estableciendo facultades universitarias en las demás provincias, en la misma medida en que vayan siendo necesarias.

No hacer una universidad por complacer, sino porque sea necesaria al país. Lo otro sería demagogia, que es lo que se ha hecho aquí siempre con todas las cosas. En la misma medida en que se hagan necesarias, se irán estableciendo las facultades universitarias en las distintas provincias, y llegarán a tener sus universidades, porque las posibilidades y las perspectivas que se le presentan por delante a Cuba son extraordinarias.

Y así, las escuelas y las universidades tendrán atención preferente igual que la escuela [...] Si el Estado tiene más recursos, si el Estado puede pagar mejores sueldos, ¿por qué el Estado no va a elevar el nivel material y cultural de las escuelas públicas? Las escuelas públicas tendrán todo lo necesario para dar una educación integral a los niños, y habrá las ciudades escolares industriales de 5 000 niños, y las ciudades escolares en el campo, que serán de 20 000 niños. Y haremos, en ese orden, lo que no se ha hecho en ningún país del mundo, como estamos ya realizando algunas obras como las del Instituto de Ahorro y Vivienda, que no existe en ningún lugar del mundo. Esto es para que vean bien claro que nosotros, nuestras instituciones revolucionarias, no las estamos copiando de nadie (APLAUSOS)

   

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