[...] Hoy la Revolución abre perspectivas ilimitadas, no solo a
todos los profesionales, sino a todos los profesionales que van a
surgir, no de una universidad, sino de tres universidades.
¿Qué sería del país si seguía como iba? ¿Si no
tenían trabajo los que salían de una universidad, cómo lo iban a
tener los que salían de tres y los que iban a salir de seis?
(APLAUSOS.) ¿Dónde iban a trabajar los miles y miles de maestros que
hay en Cuba? ¿Dónde iban a trabajar los miles y miles de jóvenes que
están estudiando en las escuelas del hogar, en las escuelas
normales, en las escuelas de kindergarten, de maestras de
kindergarten, y en todos los centros de preparación de maestros, si
era triple el número de maestros que se graduaban al número de aulas
que se abría; triple el número de profesionales que se graduaban que
el número de posibilidades que se abría para ellos? ¿Qué iban a
hacer, incluso, los que se graduaran en la Universidad de Pinar del
Río, si los que se graduaban en la de La Habana no tenían donde
trabajar? (RISAS.)
Ahora, ¿cuáles son hoy las perspectivas? Va a haber
trabajo para los miles de maestros que están sin trabajo, se van a
abrir posibilidades ilimitadas para todos los profesionales de todas
las universidades, aunque tengamos que controlar el problema de las
profesiones, porque las universidades deben actuar de acuerdo con
los intereses y las necesidades del país; no dar lugar a una
superproducción de determinados profesionales y a faltas de otros
profesionales.
Las universidades deben producir sus profesionales
de acuerdo con las necesidades del país, porque de lo contrario
arruinan a todos los profesionales, de lo contrario invierten su
tiempo y su dinero en preparar hombres que no van a tener empleo.
Pero, como un signo de nuestra Revolución, como un acontecimiento
cuyo primer lema es la honradez y la verdad, las universidades van a
recibir más ayuda que nunca, y dentro de breves semanas se estarán
levantando, simultáneamente, tres ciudades universitarias, en
Oriente, en Las Villas y en La Habana (APLAUSOS), y se irán
estableciendo facultades universitarias en las demás provincias, en
la misma medida en que vayan siendo necesarias.
No hacer una universidad por complacer, sino porque
sea necesaria al país. Lo otro sería demagogia, que es lo que se ha
hecho aquí siempre con todas las cosas. En la misma medida en que se
hagan necesarias, se irán estableciendo las facultades
universitarias en las distintas provincias, y llegarán a tener sus
universidades, porque las posibilidades y las perspectivas que se le
presentan por delante a Cuba son extraordinarias.
Y así, las escuelas y las universidades tendrán
atención preferente igual que la escuela [...] Si el Estado tiene
más recursos, si el Estado puede pagar mejores sueldos, ¿por qué el
Estado no va a elevar el nivel material y cultural de las escuelas
públicas? Las escuelas públicas tendrán todo lo necesario para dar
una educación integral a los niños, y habrá las ciudades escolares
industriales de 5 000 niños, y las ciudades escolares en el campo,
que serán de 20 000 niños. Y haremos, en ese orden, lo que no se ha
hecho en ningún país del mundo, como estamos ya realizando algunas
obras como las del Instituto de Ahorro y Vivienda, que no existe en
ningún lugar del mundo. Esto es para que vean bien claro que
nosotros, nuestras instituciones revolucionarias, no las estamos
copiando de nadie (APLAUSOS)