[... ]Nosotros queremos solucionar los problemas con sentido puramente humano y procurando no afectar a ningún sector, tratando de que todos queden satisfechos y no se lesione ningún interés. Somos humanos, repito, no somos indolentes al dolor de nuestros compatriotas, y precisamente por eso luchamos...

[... ] Mi preocupación, la preocupación de nuestro Gobierno es resolver el problema del trabajo... Ese mismo afán nuestro de la Revolución Agraria no es otra cosa; muchos creerán que nada tiende a beneficiar al obrero de la ciudad el mejoramiento del campesino y se equivocan; si el campesino se mejora y puede vender sus frutos, el trabajador del pueblo recibe luego ese beneficio también en el lógico trasiego, por eso creamos el Instituto de Ahorro y nos permitimos esperar que el futuro sea bueno para que todos tengan trabajo; la creación de industrias, el propósito de mayor consumo del producto nacional, la ley de protección arancelaria, todo eso tiende a beneficiar al trabajador... ".

[... ] Nuestro Gobierno Revolucionario, porque no me gusta la palabra Gobierno sola, quiere poner en práctica todos esos ideales por los que le ha hecho posible el triunfo del pueblo... Confío en que nos ayuden y verán que todo ha de cambiar para Cuba, todo [... ]".

Citó como ejemplo una serie de cuestiones que estaban en su plan de transformación, inclusive la de destruir físicamente los edificios que ocupan el Buró de Investigaciones y la Quinta Estación de Policía, primer cuartel general del diabólico asesino Ventura, "porque esto nos trae recuerdos muy amargos a todos, al igual que las perseguidoras, que yo si pudiera transformarla en otra cosa... y hasta estoy estudiando si es posible eliminarles las sirenas y dejarlas solo para uso de las bombas de fuego y las ambulancias cuando estas lleven heridos".

Ratificó su confianza en el pueblo y en el espíritu de lucha y laboriosidad de los hombres que con él comparten la dura tarea de "enderezar todos estos entuertos que nos dejó la tiranía".