Esta Revolución tenemos que cuidarla todos

(Fragmentos del discurso pronunciado por Fidel en la Plenaria Nacional Azucarera, efectuada el 9 de febrero de 1959. Publicado en el Periódico Revolución, 10 de febrero de 1959.)

"Dentro del sistema de libre empresa en que se ha desarrollado la economía del país los responsables y obligados a desarrollar la industria no eran los trabajadores que no tenían ni un centavo, sino los que tenían capital, y los responsables de la desesperación no son los trabajadores sino solo los gobiernos inmorales y la clase rica que prefirió las inversiones acomodaticias y parásitas. Los ricos se preocuparon solo de ganar dinero y no preveer sobre la economía futura del país. Y que no se diga que no se obtenía el respaldo necesario, porque durante estos gobiernos se han obtenido aquí toda clase de grandes beneficios."

La otra verdad es que si con alguien se ensañó la tiranía fue contra los trabajadores. Los obreros perdieron todos sus derechos. Se suspendieron las manifestaciones del 1 de mayo y se reunían aquí en este salón para cantar alabanzas a los incondicionales del régimen. Los trabajadores comenzaron a ser víctimas de todo tipo de agresiones y se les imponía las dirigencias sindicales, se le impuso la cuota obligatoria, se le quitaba un día de salario para halagar al amo [¼ ]

[¼ ] Si la Revolución fracasa, no será el rico ni la compañía poderosa los que sufrirán las consecuencias de ese fracaso, sino el campesino y el trabajador. Lo que hay que preguntarse aquí es que si esta oportunidad se pierde, si esta formidable esperanza se frustrara ¿cómo se van a resolver estos problemas? Si hoy no construimos para el futuro, ¿cuándo lo vamos a hacer? Repito lo dicho en otro lugar: "La Revolución no tiene términos medios, o triunfa plenamente o fracasa. O este país se salva o este país se hunde. Si no viniera aquí a decir la verdad, si viniera a buscar aplausos, sería indigno de merecer la confianza del pueblo".

A los obreros puedo decirles una sola cosa. Que quien está hablando aquí es un amigo, que quien está hablando es el más ferviente defensor de su causa, que quien está hablando aquí tiene como principal preocupación no resolver los problemas hoy, sino resolver de una vez y por siempre, que quien está hablando aquí está muy consciente que lo primero que hay que hacer es consolidar la Revolución, su revolución, la del pueblo.

Porque esta Revolución tenemos que cuidarla todos porque no es mía sino de todos y cada uno.

Hay que defender la Revolución con más calor que una simple demanda. La Revolución es la demanda de hoy y la del futuro. Los salarios de hoy y los del futuro, el bienestar de hoy y del futuro. La Revolución vale más que ninguna otra cosa en este instante, porque es la que va a asegurarles lo que ustedes quieren por muchos años, por toda la vida, no solo la de ustedes sino la de sus hijos, para evitar que nuestros hijos sean tan desgraciados como nosotros. No queremos que dentro de diez años veamos a nuestros hijos tan desesperados como ustedes.

   

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