En Guantánamo, según nos informa nuestro enviado
especial, el Comandante Fidel Castro denunció enérgicamente la
actitud anticubana y antiobrera de la administración de la Base
Norteamericana en Caimanera.
Dijo que en represalia contra la actitud del pueblo
cubano, las autoridades norteamericanas de Caimanera han comenzado a
perseguir a los obreros que allí trabajan.
"Es preciso que en la Base se cumplan las leyes
cubanas, que se paguen los salarios adecuados, que se acabe el
descoco de esos extranjeros de la Base que tocan en las puertas de
las casas de familias cubanas decentes", —dijo y añadió—: "Somos un
pueblo generoso, pero las visitas que se nos hagan deben ser con
orden y respeto; somos hospitalarios, pero es necesario que respeten
nuestras leyes; les negamos el derecho a ofender a nuestras mujeres,
a no respetar nuestras familias."
Insistiendo sobre el alcance liberador de la reforma
agraria, cuyas bases estableciera en su discurso de Guayabal de
Nagua, manifestó que esta encontraría la resistencia de la United
Fruit Company, y de otras "companys", pero señaló que las
venceremos.
Hablando sobre las represalias económicas que el
imperialismo podría adoptar contra la Revolución, dijo Fidel: "Si
toman medidas económicas, que las tomen. Nosotros hallaremos
soluciones. Sabremos reajustarnos. Prescindir de los lujos.
Comeremos lo que produce nuestro rico suelo. Haremos nuestra ropa.
Zapatos de cuero de nuestras reses. Si fuera necesario estar
descalzos 20 años lo haremos, porque nuestros antepasados mambises
pelearon descalzos durante 10 años".
Añadió: "Que no nos amenacen. Que no nos digan que
van a rebajar la cuota azucarera. El pueblo cubano unido encontrará
la salida a cualquier situación, haciendo todos los sacrificios que
fueran necesarios. Nada se opondrá a la reforma agraria, a la
industrialización del país¼ ".
Fidel Castro, en su discurso en Manzanillo,
manifestó que ya se habían producido los primeros ataques solapados,
encubiertos, contra la Revolución, en el interior de Cuba. Los
enemigos de la Revolución no se atrevían —dijo— a atacarla
abiertamente, porque el pueblo se hallaba unido al lado del Ejército
Rebelde y del Gobierno Revolucionario.
Añadió que los enemigos emboscados están esperando
porque la Revolución cometa errores para atacarla. "Si la Revolución
comete errores se debilita."