Hoy, en la comparecencia ante la Cámara de
Diputados, propuse que se reunieran los delegados de los países
democráticos en la Organización de Estados Americanos y propusieran
la expulsión de los representantes de los dictadores (APLAUSOS Y
EXCLAMACIONES). Hablaba, precisamente, de que esos organismos
internacionales no habían servido para nada, y que había que adoptar
una actitud enérgica y firme en relación con los problemas de
América. Por lo tanto, la postura del Gobierno Revolucionario de
Cuba será una postura firme y sin vacilaciones de ninguna clase,
porque ha llegado la hora de que los pueblos sepan defenderse y
sepan plantear sus derechos. (
Basta ya de sumisión, basta ya de cobardía y basta ya de
vacilaciones! (APLAUSOS).
A los estudiantes, que tan extraordinariamente han
honrado a nuestro pueblo en la tarde de hoy, quiero decirles, para
finalizar, una cosa: tengan la seguridad de que somos hombres
conscientes de nuestra responsabilidad con nuestra patria, de
nuestra responsabilidad con los pueblos oprimidos y de nuestro deber
ineludible de solidaridad con todos los pueblos del continente
americano; que somos revolucionarios, y que ser revolucionario no es
llamarse así como se llaman muchos. Ser revolucionario es tener una
postura revolucionaria en todos los órdenes (APLAUSOS), dedicar su
vida a la causa de los pueblos (APLAUSOS), dedicar su vida a la
causa de la revolución de los pueblos, a la plena redención de los
pueblos oprimidos y explotados.
Como el poder para nosotros no ha significado un
baño de rosas ni un paseo, como para nosotros el poder no significa
riquezas, ni somos hombres que nos dejamos arrastrar por ningún
género de vanidad, sino que para nosotros el poder es sacrificio,
más sacrificio, porque ahora estamos luchando más que cuando
estábamos en la Sierra Maestra, ahora tenemos menos descanso que
cuando estábamos en la Sierra Maestra, ahora tenemos más trabajo que
cuando estábamos en la Sierra Maestra, hemos bajado al llano
decididos a seguir luchando en el terreno que sea necesario
(APLAUSOS).
Me despido de ustedes con un pensamiento, con un
deseo que quiero que todos lo hagan suyo, y es que en un día no muy
lejano podamos reunirnos en otras universidades del continente. No
voy a decir Cuba, Cuba es de ustedes; no tenemos como ustedes una
ciudad universitaria, pero la vamos a hacer (APLAUSOS) y vamos a
conceder becas