La Revolución no se acobarda frente al ataque

(Fragmentos del discurso en la magna concentración popular, en el Palacio Presidencial. La Habana, 21 de enero de 1959)

[...] Los que creyeron que a través del monopolio de los cables internacionales, los que creyeron que sembrando mentiras y calumnias por doquier iban a debilitar nuestra Revolución, iban a despistar a nuestro pueblo, para después lanzarse sobre él cuando lo encontrasen débil, se equivocaron; porque la Revolución está hoy más firme y está hoy más fuerte. En vez de debilitarla, la han fortalecido. Y es que la Revolución no se acobarda frente al ataque, la Revolución no se debilita frente al ataque, sino que se crece, se hace más fuerte, porque esta es la Revolución de un pueblo valiente y peleador. [...]

[...] Para el pueblo de Cuba todo está claro. Fue la Revolución Cubana una revolución ejemplar. No se produjo aquí un golpe de Estado. Si nosotros hubiésemos sido un grupo de oficiales del ejército que, sin la participación del pueblo hubiésemos quitado un presidente para poner otro, e inmediatamente nos hubiésemos plegado a todos los intereses creados, si no hubiese sido una revolución esta, no tendríamos enemigos, no nos habrían atacado, no nos habrían calumniado. Mientras en ese palacio se albergaba una dictadura y se vendían los intereses de la patria, mientras en ese palacio se albergaba un dictador que hacía las más onerosas concesiones al extranjero, mientras en ese palacio se albergaba un dictador que traicionaba al pueblo, nadie lo atacaba, no se hacían esas campañas de prensa contra él en el extranjero, no se levantaban las voces de los congresistas (Nr: norteamericanos) para acusarlo. Cuando había ahí un miserable traidor, un criminal que asesinó a 20 000 de nuestros compatriotas, no se hacían esas campañas contra Cuba y contra él. Cuando había ahí un ladrón que se robó 300 millones de pesos, cuando gobernaba a la república una cuadrilla de ladrones que se robaron más de 1 000 millones de pesos, no se hacían esas campañas contra ellos en el extranjero. Cuando se asesinaban aquí docenas de compatriotas todas las noches, cuando los jóvenes aparecían asesinados con un tiro en la sien, cuando los patios de los cuarteles se llenaban de cadáveres, cuando nuestras mujeres eran violadas, cuando los niños eran asesinados, cuando en las embajadas penetraban las hordas policíacas para asesinar a los asilados en unos minutos, no se hacían esas campañas contra Cuba, ni se levantaban allí (Nr: en Estados Unidos) los congresistas, salvo raras excepciones, a acusar a la dictadura.

   

SubirSubir