[...] Los que creyeron que a través del monopolio de los cables
internacionales, los que creyeron que sembrando mentiras y calumnias
por doquier iban a debilitar nuestra Revolución, iban a despistar a
nuestro pueblo, para después lanzarse sobre él cuando lo encontrasen
débil, se equivocaron; porque la Revolución está hoy más firme y
está hoy más fuerte. En vez de debilitarla, la han fortalecido. Y es
que la Revolución no se acobarda frente al ataque, la Revolución no
se debilita frente al ataque, sino que se crece, se hace más fuerte,
porque esta es la Revolución de un pueblo valiente y peleador. [...]
[...] Para el pueblo de Cuba todo está claro. Fue la Revolución
Cubana una revolución ejemplar. No se produjo aquí un golpe de
Estado. Si nosotros hubiésemos sido un grupo de oficiales del
ejército que, sin la participación del pueblo hubiésemos quitado un
presidente para poner otro, e inmediatamente nos hubiésemos plegado
a todos los intereses creados, si no hubiese sido una revolución
esta, no tendríamos enemigos, no nos habrían atacado, no nos habrían
calumniado. Mientras en ese palacio se albergaba una dictadura y se
vendían los intereses de la patria, mientras en ese palacio se
albergaba un dictador que hacía las más onerosas concesiones al
extranjero, mientras en ese palacio se albergaba un dictador que
traicionaba al pueblo, nadie lo atacaba, no se hacían esas campañas
de prensa contra él en el extranjero, no se levantaban las voces de
los congresistas (Nr: norteamericanos) para acusarlo. Cuando
había ahí un miserable traidor, un criminal que asesinó a 20 000 de
nuestros compatriotas, no se hacían esas campañas contra Cuba y
contra él. Cuando había ahí un ladrón que se robó 300 millones de
pesos, cuando gobernaba a la república una cuadrilla de ladrones que
se robaron más de 1 000 millones de pesos, no se hacían esas
campañas contra ellos en el extranjero. Cuando se asesinaban aquí
docenas de compatriotas todas las noches, cuando los jóvenes
aparecían asesinados con un tiro en la sien, cuando los patios de
los cuarteles se llenaban de cadáveres, cuando nuestras mujeres eran
violadas, cuando los niños eran asesinados, cuando en las embajadas
penetraban las hordas policíacas para asesinar a los asilados en
unos minutos, no se hacían esas campañas contra Cuba, ni se
levantaban allí (Nr: en Estados Unidos) los congresistas,
salvo raras excepciones, a acusar a la dictadura.