Es insultante cada vez que se habla de que van a intervenir en Cuba

(Fragmentos del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en su visita a la ciudad de Pinar del Rio, despues del triunfo revolucionario, el 17 de enero de 1959.)

Se nos quiere presentar ante la opinión pública mundial como unos criminales y como un pueblo de salvajes.

¡Una campaña desatada repentinamente! ¿Por qué, y por quiénes, y con qué objeto? Me hablan algunos amigos, de la prensa norteamericana, porque es verdad que muchos periodistas norteamericanos han escrito a favor de la Revolución, y me dicen que son cosas que, desde luego, obedecen a determinadas actitudes por parte de algunos periódicos y algunos congresistas. Pero lo cierto es que la campaña desatada es de grandes proporciones, y lo cierto es también que el pueblo de Cuba tiene que defenderse, sencillamente, y lo cierto es también que el pueblo tiene que estar alerta.

Yo no vengo a hacer demagogia aquí: yo lo que vengo es a decirle al pueblo la verdad. Yo no vengo a exaltar las pasiones, pero sí quiero mantener el temple del pueblo y el estado de ánimo necesario para afrontar cualquier vicisitud.

La verdad es que la campaña ha sido de grandes proporciones y tiene que obedecer a determinados intereses. Partió, en primer lugar, de las agencias de cables internacionales, y yo puedo dar cuenta de la mala fe con que han procedido las agencias de cables internacionales, y lo han hecho, desde luego, al amparo de la libertad que nosotros hemos conquistado, al amparo de los derechos que nosotros hemos implantado en nuestra patria. Han hablado, han atacado, han calumniado y han llevado adelante su campaña miserable y cobarde, impunemente, porque nadie ni se ha metido con ellos, ni se les ha amenazado, ni se les ha mandado un papelito, ni se les ha puesto un policía delante, ni nada. Se les ha dejado enteramente libres, que hagan lo que quieran y como quieran, porque nosotros también sabemos lo que vamos a hacer, por supuesto (APLAUSOS). Que nos acusen como quieran...

Nosotros no vamos a usar la fuerza. Ellos están usando la intriga; nosotros vamos a usar la opinión pública, y vamos a decir la verdad. Tal vez lo que quieran es que lleguemos alIí, mandemos un tanque, destruyamos las agencias... Eso es lo que quieren, para entonces decirnos que somos unos dictadores y que somos unos violadores de la ley, y que estamos traicionando la Revolución. Y en eso no vamos a caer, en esas provocaciones no vamos a caer, porque nosotros sabemos lo que hacemos. Nosotros sabemos defendernos con otras armas que son más poderosas: las armas de la opinión pública nacional e internacional y las armas de la razón. Ellos quieren, sí, desde luego, y ellos lo saben. Pero, ¿qué se pretende? Antes que nada: restarnos la opinión pública internacional, aislarnos. ¿Con qué intereses están relacionados? Pues algún día lo sabremos.

Pero yo a lo que no le veo justificación alguna es a la campaña que han lanzado contra nosotros, pues todo el mundo sabe, todo el que haya vivido en Cuba sabe la verdad de lo que ha pasado en Cuba. Entonces, las agencias internacionales, determinadas publicaciones de Estados Unidos y determinados congresistas americanos... No ha dicho el gobierno de Estados Unidos la última palabra, pero a cada rato habla de que si no va a intervenir, o si va a dejar de intervenir. Y yo considero insultante cada vez que se habla de si se interviene o no (APLAUSOS). Porque nosotros, cuando hay problemas en Estados Unidos y cuando hay problemas por las cuestiones de la segregación racial en el sur de Estados Unidos, no hacemos una declaración diciendo que no vamos a intervenir (APLAUSOS); porque ya se sabe que no tenemos ningún derecho a intervenir, y por lo tanto no tenemos que declararlo. El que se esta declarando a cada rato implica algo así como que: bueno, declaramos hoy que no intervenimos, como declaramos mañana que intervenimos. Y no hay una declaración tajante y terminante, y los antecedentes no son como para tranquilizar a nadie, y por lo tanto nosotros consideramos insultante cada vez que se habla de que no se interviene, como una merced respecto a la soberanía de nuestro pueblo.

   

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