Aquí se está discutiendo la soberanía del país, el derecho del pueblo de Cuba a regir sus propios destinos

(Fragmentos del discurso en la concentración popular, en el Palacio Presidencial. La Habana, 16 de enero de 1959)

[...] La cuestión es que el pueblo de Cuba quiere hacer justicia y los enemigos de la Revolución Cubana no quieren que haya justicia. [...]

Pero aquí se plantea un problema más importante que todo eso. Aquí se está discutiendo la soberanía del país, el derecho del pueblo de Cuba a regir sus propios destinos. Por tanto, para demostrar al mundo entero la voluntad del pueblo de Cuba, su propósito de seguir adelante, su deseo inquebrantable de defender la Revolución contra cualquier enemigo, organizaremos la más gigantesca concentración multitudinaria que se haya jamás presenciado en nuestra patria. [...]

[...] Nosotros no tendremos la bomba atómica, pero tenemos la razón. No tendremos la bomba atómica, pero la justicia está de nuestra parte; tenemos el derecho y ese derecho y ese respaldo del pueblo de Cuba, lo vamos a demostrar de manera gráfica aquí, no pagándole a nadie, como lo han hecho los falsos gobernantes, para traerlos, sino pidiéndole al pueblo que venga a pie, aunque tenga que caminar 10 leguas para llegar aquí. A todo el pueblo de La Habana, de las ciudades y de las provincias cercanas que se concentren aquí el miércoles a las dos de la tarde, que vamos a invitar a los periodistas del mundo entero para demostrar que es la voluntad del pueblo de Cuba y que no pueden llamar criminal al pueblo de Cuba. No pueden llamar criminal al pueblo de Cuba porque quiere aplicar justicia a los que han asesinado a más de 20 000 compatriotas. A fin de cuentas, cuando se haga el cálculo de los esbirros que van a ser fusilados, son menos que los que asesinaron ellos en un solo pueblo, pues no llegarán a 450 los esbirros y solamente en las Minas de Bueycito asesinaron a 450 infelices campesinos.

Y nadie se paró entonces en el Congreso de los Estados Unidos a decir que Batista estaba despoblando a Cuba. En cambio se paran ahora allí obedeciendo sabe Dios a qué interés, que paga sabe Dios quién a decir que nosotros vamos a despoblar a Cuba; nosotros, que precisamente hemos librado a Cuba del genocidio, nosotros, que precisamente hemos librado a Cuba de la gavilla de asesinos que violaban mujeres, asesinaban niños y ancianos. A la gavilla de torturadores, sin que nadie en el Congreso de los Estados Unidos se levantara a protestar, lo que hicieron fue mandarles tanques, cañones, aviones y bombas. Ahora que el pueblo de Cuba ha triunfado, quieren castrarnos la Revolución, impedir que haya justicia y eso es lo que no permitirá el pueblo de Cuba, porque está ya muy crecidito y ha arribado a la mayoría de edad y se gobierna solo. El pueblo de Cuba ya no obedece órdenes más que de sus propios gobernantes. [...] Por primera vez tiene la República de Cuba que por primera vez es libre de verdad, porque queremos ser libres y porque tiene derecho a ser libre, y porque su libertad le ha costado cara , por primera vez hay un gobierno dispuesto a servir al pueblo exclusivamente y por primera vez hay un pueblo enteramente unido bajo una bandera de justicia y libertad. Este pueblo lleno de fervor y entusiasmo, donde están dispuestos a pelear los hombres y las mujeres; este pueblo, que no se ha metido con nadie, que no está más que reclamando sus derechos, que está luchando por la felicidad que merece, por aquellas conquistas que siempre le han arrebatado, libertad que siempre le han burlado; este pueblo sufrido que por primera vez en cuatro siglos es dueño enteramente de su destino, sabe donde ha llegado, sabe adonde va y sabrá hacer los sacrificios que sean necesarios. [...]

   

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