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             Opinan los delegados 
            
            Félix
            López  
            Fotos: Jorge Luis González 
            Un momento histórico y
            de peligro para la Patria que los vio nacer motivó el viaje y la
            participación en la III Conferencia la Nación y la Emigración.
            Vienen de todos los rincones de los Estados Unidos y de numerosas
            ciudades del mundo. Hablan en su lengua natal y se oponen al bloqueo
            y las recientes medidas de la administración Bush para estrangular
            a la Revolución Cubana. Los une el honor y el amor a la familia. La
            mayoría no oculta su decisión de dar hasta la vida por Cuba si ésta
            fuese agredida, latiente intención diabólica del imperio 
            "REGRESO COMO UN
            CUBANO MÁS" 
             José
            Irima vive por casi medio siglo entre Miami y Nueva Jersey. En su
            opinión, Bush no pudo leer el pasado 20 de mayo su habitual
            proclama anticubana y no voló el avión que pondría en el aire la
            señal de la mal llamada Tele Martí, porque él sabe que no puede
            ir a Miami, porque allí lo espera una multitud de personas
            protestando, como sucedió este 20 de mayo en el Hotel Ambassador,
            durante una conferencia de prensa a la que asistieron centenares de
            hombres y mujeres que protestaron contra las medidas que su Gobierno
            implantó. 
            "¿Una agresión?
            No lo creo. El gobierno de los Estados Unidos no puede atreverse a
            agredir a Cuba. Tiene demasiados cubanos emigrados allí, que no
            saben cómo van actuar si eso sucede. Puede haber un problema grande
            dentro del territorio norteamericano, sobre todo en la zona de Miami
            y la Florida. Y ellos lo saben... Vengo por primera vez, porque este
            es el momento y la coyuntura más importante para venir a Cuba.
            Regreso a mi país como un cubano más, y nadie puede quitarme ese
            derecho. Tal vez yo sea de los que vengan y se retire aquí". 
            "BUSH NO LLEGARÁ
            A NINGÚN LADO" 
             Ricardo
            Cesa Chang no es para nada una figura conocida de la emigración.
            Lleva diez años en Miami, donde trabaja como un humilde obrero de
            la construcción y hace un gran esfuerzo por enviar algo de ayuda
            económica a su familia en Cuba: "Ahora, Bush nos ha dicho qué
            cantidad de dinero podemos mandar y cada qué tiempo venir a la
            Isla. Un Presidente que no llegará a ningún lado. Lo único que ha
            hecho es matar seres humanos por el mundo. El propio pueblo
            norteamericano está consciente de qué tipo de gente es, lo que
            pasa es que la emigración cubana está sufriendo y lo peor es que
            un pequeño grupo que se dice cubano ha apoyado su pretensión
            imperial y la posibilidad cada vez más real de agresión a
            Cuba". 
            Ricardo es de los que
            salieron prácticamente el otro día, como él dice, y quizás hasta
            por necesidad de conocer el mundo: "Eso me permitió
            enfrentarme a la realidad exterior y descubrir que en Cuba era rico
            con lo que tenía. A partir de ver la crudeza de un mundo tan mal
            repartido, me di cuenta que tenía algo mejor, y cada vez he tratado
            más de comunicarme con la Patria; mucho más cuando llegas y
            encuentras que el Gobierno de aquí está abierto al
            acercamiento". 
            En Cuba, dice
            emocionado, tengo a casi toda mi familia y mis hijos ya están a las
            puertas de la Universidad: mi hija está en la Escuela de
            Trabajadores Sociales de Cojímar, el varón termina el Servicio
            Militar y empieza Ingeniería Civil en el próximo curso, en la
            CUJAE. Siempre lo cuento a las personas que conozco en Miami, porque
            cada vez que un emigrado viene a Cuba se encuentra con una realidad
            que no es la que vende la prensa de allá, donde la Isla es pintada
            como el infierno. 
            "QUIERO VENIR
            SIN RIESGOS" 
             Desde
            hace 24 años Ismael Loras vive en los Estados Unidos, ahora en
            California, donde trabajaba como cocinero hasta quedar desempleado:
            "Me afecta, dice con voz entrecortada, no poder viajar cada
            tres meses, o no poder mandar ayuda a mi madre que va a cumplir 90 años,
            y dice que no se va de Cuba porque no le gusta vivir en los Estados
            Unidos. Me afecta sentimentalmente y de todas las formas. 
            "Durante 14 años,
            añade Ismael, he sido caravanista de Pastores por la Paz, cuya
            edición número 15 va a comenzar el 9 de julio si Dios quiere, y
            esta es mi tercera conferencia. Vengo para tratar de mejorar las
            relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, y para eso estoy
            dispuesto a hacer lo que sea. No me incluyo en temas políticos,
            asumo que las cosas tienen que ser como deben ser, que exista una
            amistad entre los dos pueblos, y venir sin que eso entrañe un
            riesgo". 
            "CUBA ES MI
            PATRIA" 
             Virginia
            Benjamín se marchó de Cuba hace 47 años, antes de que triunfara
            la Revolución, vive en Washington DC, y asiste por primera vez a la
            Conferencia La Nación y la Emigración: "Es importante, dice,
            que esté aquí para apoyar a mis hermanos cubanos. Tengo hermanos,
            una nieta, biznieta y como 50 sobrinos, y nada va a impedir que los
            ayude. Los cubanos no permitiremos que nos digan que no podemos
            venir y enviar un dinero que es nuestro y lo trabajamos nosotros. 
            "Saben que no les
            permitiremos agredir a Cuba. En lo personal no les temo a las
            represalias. ¿Qué puede suceder? ¿Que me voten de allá? No
            importa, Cuba es mi Patria". 
            "SERÁ UN
            BOOMERANG PARA BUSH" 
             Anda
            con un habano en la mano por el Palacio de las Convenciones y está
            presto al diálogo. Se llama Alexis Figueredo Nápoles, tiene 39 años
            y vive en Miami desde hace 13. Allí imparte clases como profesor de
            Gramática en un Club para niños anglosajones y dice estar en Cuba
            por varios factores: "La necesidad como cubano de mostrar la
            voluntad política, ideológica y de afinidad con la Revolución,
            producto de una toma de conciencia, a través de un estudio y una
            reflexión del proceso cubano en sí mismo. 
            "Pienso que hay un
            deber moral, de principios, de ética, de cívica de los cubanos de
            pronunciarse dondequiera que estén, dejando a un lado las
            diferencias y posponer los problemas internos en función de
            salvaguardar a la nación cubana. 
            "El discurso del
            cambio, dice, es el que a corto y mediano plazos va a decidir el
            cambio en la Florida, porque las medidas anunciadas por Bush son
            contraproducentes, porque además de ser obscenas, burdas y
            hostiles, han tocado la fibra de la sensibilidad del cubano, esté
            en Miami o Madrid, en Moscú o Ciudad de México. Estamos en
            presencia de un boomerang para Bush y sus seguidores".
             LOURDES PÉREZ
            NAVARRO 
            
            A BUSH LE SALDRÁ EL
            TIRO POR LA CULATA 
            
             Bush
            dice que recibe mensajes de Dios, pero los mensajes que Dios manda
            son de paz, no de guerra, no de intervención de naciones y pueblos,
            no de colonización, de bombardeos y genocidio. Yo creo que Bush
            tiene los cables cruzados y quizás los mensajes que recibe son del
            diablo y del infierno, comenta José Reyes Caballero, ministro
            bautista del Sur, quien desde hace 42 años asentó su residencia en
            Miami, Estados Unidos. 
            "Pionero" de
            los encuentros entre cubanos residentes fuera y dentro del país, ha
            participado en todos los diálogos (en 1978 y en las Conferencias
            del 94 y 95), y asegura que las medidas adoptadas recientemente por
            el Gobierno de Estados Unidos para recrudecer el bloqueo
            "afectan al pueblo cubano y a los emigrados, incluyendo al
            pueblo norteamericano que está ansioso por viajar a Cuba". 
            "Son medidas
            —agrega— muy impopulares, tomadas para complacer a la mafia
            anticubana de Miami Dade que controla a toda la prensa y a los
            cargos políticos en ese condado. Estamos en un año de elecciones y
            el Presidente está tratando de buscar votos, porque las cosas le
            han ido muy mal con la guerra de Iraq y está perdiendo popularidad.
            En las últimas encuestas va en picada. Pero va a ser un bumerang, a
            Bush le va a volver a salir el tiro por la culata". 
            Para Reyes, la inmensa
            mayoría de los cubanos que viven en Estados Unidos quieren que el
            problema de Cuba se resuelva de forma pacífica, por medio de diálogos
            y que se normalicen las relaciones entre los dos países, no solo de
            pueblo a pueblo, sino de Estado a Estado, para el bien de todos. 
            No hay nada como Cuba,
            sentencia Reyes, quien a sus 72 años de edad asegura: "Cada
            vez que vengo, regreso rejuvenecido". 
            Y dice como despedida:
            "Quisiera que mis nietos conocieran a Cuba, no la que les han
            enseñado en Miami, a través de los medios, sino lo que es
            realmente Cuba. Yo estoy seguro de que si vinieran aquí regresarían
            pensando totalmente diferente, porque hay una desinformación
            terrible en los Estados Unidos". 
            
            A MI HIJO LE HABLO MUCHO
            DE CUBA 
            
             Amarilys
            Blanco, vive hace 15 años en la ciudad italiana de Milano. Sus
            viajes a la natal Santiago de Cuba, donde reside la familia, son
            habituales, pero este tiene un significado especial: no perder el
            contacto entre la emigración cubana y su nación. 
            "Acepté la
            invitación, dice, porque nos da la posibilidad a los cubanos
            residentes en el exterior de discutir nuestros problemas, tener más
            información y acercarnos al país". 
            Asegura que lo que le
            pasa a Cuba no deja de influir en los hombres y mujeres nacidos en
            ella, aunque estén lejos. Y pone como ejemplo el impacto de las
            recientes medidas adoptadas por el gobierno de Bush. 
            "Aunque no vivimos
            en Estados Unidos, indirectamente nos afectan las medidas y nos
            controlan nuestros asuntos privados. En esta ocasión, me
            preguntaron en el aeropuerto italiano cuánto dinero traía, por qué
            venía y qué tiempo pensaba estar. Antes nunca me había
            pasado". 
            Pero no dejará de
            visitar a su tierra: "Mi esposo es un enamorado de mi país. A
            nuestro hijo le hablo mucho sobre Cuba, tiene 9 años, y él se
            interesa por saber todo sobre ella. Lo he traído varias veces y le
            encanta, sobre todo el carácter de su gente. Me gustaría que
            viniera a los cursos que oferta el Gobierno cubano para los hijos de
            los emigrados. Es una magnífica idea". 
            
            LA PATRIA NUNCA QUEDA
            LEJOS 
            
             Rosalina
            Castillo Muñoz es una cubana de 41 años, vive en un continente
            lejano, pero su corazón está muy cerca de su familia y de su
            tierra natal. 
            En Moshy, Tanzania,
            desde1991 tiene su hogar. Aprovechó sus vacaciones como directora
            de una Organización No Gubernamental dedicada a la Educación, para
            "brincar" el océano y participar por vez primera en un diálogo
            entre la emigración cubana y su nación. 
            Siempre estuve
            interesada en venir, una se siente entre su gente, dice Rosalina. En
            Tanzania, cuenta, tenemos una comunidad muy pequeña de cubanos,
            creo que apenas somos seis, pero pienso que en África podemos hacer
            muchas cosas por nuestro país, relacionarnos y apoyarlo más, como
            lo están haciendo en Europa y América Latina. Necesitamos la unión,
            ahí está la fuerza. 
            "Las medidas
            tomadas por el Gobierno de Bush contra la Isla, asegura, también
            nos afectan a los cubanos que vivimos en otros países, porque esta
            es nuestra tierra y aquí están nuestros familiares. Esas acciones
            van contra la soberanía de Cuba y los cubanos que vivimos afuera
            estamos preparados para hacer todo lo necesario para apoyar a
            nuestro país. 
            "Tengo un hijo de
            16 años y estoy valorando la posibilidad de que se acoja a alguna
            de las ofertas del Gobierno cubano, para que estudie en Cuba. Quiero
            que se identifique con el país de su mamá. Eso es muy
            importante"
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