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             Agresión y el bloqueo
            vs. normalización de relaciones 
            Culmina la segunda
            jornada con un fructífero intercambio sobre la política cultural
            de la Revolución hacia los emigrados 
            
            Félix
            López y Lourdes Pérez 
             Con
            una amplia participación de los 501 delegados de 49 países
            presentes en el Palacio de las Convenciones, y con la convicción de
            que el Gobierno de la Isla llegará hasta el final en el proceso de
            normalización de las relaciones con los cubanos residentes en el
            exterior, continuaron los debates de la III Conferencia La Nación y
            la Emigración, que concluye este domingo en la capital cubana. 
            En opinión de Benigno Pérez
            Fernández, director de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en
            el Exterior, en el MINREX, lo único que se interpone a esta
            voluntad de Cuba es la política de agresión del Gobierno de los
            Estados Unidos y su fracasada obsesión de mantener el bloqueo. 
             Durante
            poco más de tres horas, los delegados mantuvieron un debate amplio,
            franco y abierto, sin que el tiempo alcanzara para agotar la agenda
            del tema migratorio, mientras los organizadores de la Conferencia
            ofrecían la posibilidad de que toda preocupación, duda,
            inconformidad o queja llegara por escrito hasta las actas y la
            relatoría final del evento. 
            En sus intervenciones,
            los emigrados condenaron el bloqueo y las medidas de la administración
            Bush, anunciadas el pasado 6 de mayo; denunciaron que la Ley de
            Ajuste Cubano sigue causando la muerte de personas inocentes,
            mientras que las emisoras de radio de Miami siguen incitando a las
            salidas ilegales, y expresaron su solidaridad, y la voluntad de
            luchar por la liberación de los Cinco Héroes Cubanos encarcelados
            por combatir el terrorismo enraizado en la Florida. 
            Sobre este último tema,
            abundaron emigrados provenientes de Panamá, donde recientemente se
            realizó el juicio contra el criminal Luis Posada Carriles y su
            banda de mafiosos, autores de los más repugnantes actos terroristas
            en contra de Cuba. Ellos, y cubanos que viven en diversas partes del
            mundo, se pronunciaron unánimemente en defensa de la Patria. 
            En una emotiva
            intervención, un sacerdote cubano que vive y oficia en la parroquia
            de Caricuao, en los suburbios de Caracas, Venezuela, se refirió a
            la noble y solidaria labor de los médicos cubanos que laboran en la
            Misión Barrio Adentro, un gesto que lo hace sentir, dijo, orgulloso
            como cubano, y habla muy alto de la Revolución cubana. 
             Interrogado
            por la prensa, Benigno Pérez explicó que a partir del 1ro. de
            junio, como ya está anunciado, desaparecerá el permiso de entrada
            al país para los emigrados nacidos en Cuba, con excepción de los
            que han mantenido una actitud anexionista o han protagonizado actos
            terroristas contra la Isla. Se trata, dijo, de una habilitación en
            el pasaporte, que les permitirá entrar al país las veces que
            desee, sin necesidad de trámites migratorios en los consulados, y
            permanecer en Cuba durante 30 días, prorrogables otros 30 días más. 
            Se calcula, añadió
            Benigno, que de los cubanos residentes en el exterior, más de 200
            000 poseen hoy pasaportes válidos, los que deberán ser presentados
            ante las oficinas consulares para realizar el trámite de habilitación,
            que no tendrá costo alguno. 
            DENTRO O FUERA, UNA
            SOLA CULTURA 
            En la tarde anterior, la
            Conferencia dedicó su espacio de debate a los paneles La política
            cultural cubana, presentado por Abel Prieto, ministro de Cultura; e
            Inversiones y Negocios en Cuba, que tuvo como ponentes a Ernesto
            Sentí, ministro a.i. para la Inversión Extranjera y la Colaboración
            Económica, y Pedro Álvarez Borrego, director de la empresa
            Alimport. 
            En su intervención,
            Abel pasó revista a los esfuerzos realizados por las instituciones
            culturales del país, con el objetivo de promover y tener presente
            la obra de los emigrados cubanos, independientemente del lugar donde
            decidieron vivir y su filiación política, pero que en su ética y
            actitud cotidiana han mantenido presente a la Patria y respetaron el
            derecho de sus coterráneos a elegir la sociedad que construir. 
            Sobran ejemplos del
            notable trabajo realizado para incluir artistas emigrados en
            nuestros festivales de música y de cine, en la exhibición o
            publicación de sus obras, y para evaluar la de sus compatriotas,
            como jurados, mientras que las revistas culturales y de pensamiento
            incluyen constantemente en sus páginas los artículos y ensayos de
            los emigrados. 
            Ha sido en los Estados
            Unidos, se recordó en la Conferencia, donde se prohíbe, por decisión
            de las autoridades y complicidad de la mafia de Miami, la
            participación de grupos musicales cubanos en concursos y
            presentaciones, así como la asistencia a eventos, la venta de
            literatura y discografía de nuestros escritores y artistas, que más
            allá de esas medidas absurdas, gozan del respeto y el
            reconocimiento de miles de norteamericanos. 
            Abel, acompañado de
            prestigiosos escritores, editores y artistas cubanos, mantuvo un
            animado diálogo con los emigrados, y celebró cómo el discurso de
            Felipe y varias intervenciones resaltan los pasos que ha dado el país
            para acercarse a la obra de los creadores emigrados. El debate contó
            de antemano con "las coordenadas generales" ofrecidas por
            la doctora Graciela Pogolotti Jacobson; Ambrosio Fornet, editor y
            escritor; e Iroel Sánchez Espinosa, presidente del Instituto Cubano
            del Libro.
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