15 de abril de 2005
Hidelisa y Rapallo: fraternidad, no rivalidad
ALEXIS ROJAS AGUILERA
HOLGUÍN.—
No hay antagonismo, aunque se enfrentarán en las urnas el próximo
17. Son ellos un feliz matrimonio con trayectorias revolucionarias
personales muy parecidas.
Residentes
de la circunscripción 119, en el populoso reparto El Llano, al
Noroeste del corazón de la Ciudad de los Parques, la ingeniera
agrónoma Hidelisa Santos Betancourt y el ingeniero mecánico
Antonio Rapallo Disit, gozan de mucha estima en su comunidad.
Ella, actualmente
jubilada, fue dirigente política en el territorio holguinero, y
antes, profesora de Bioquímica en la Universidad de Oriente,
asesora de la enseñanza tecnológica del Ministerio de Educación e
investigadora agrícola.
Durante el cumplimiento
de una de sus tareas le ocurrieron dos hechos importantes: conoció
a Rapallo y alcanzó un escaño en el Parlamento cubano.
Habanero de nacimiento,
y holguinero por adopción, el ingeniero mecánico Antonio Rapallo,
graduado en la antigua Unión Soviética, integró el primer
secretariado nacional del Sindicato de la Ciencia, y encontró a
Hidelisa.
Con ella vino a Holguín
y aquí asumió la dirección del Sindicato Metalúrgico.
Hoy trabaja en el
Perfeccionamiento Empresarial de la empresa División de Ventas de
Equipos y Piezas (DIVEP) del Ministerio de la Industria Sidero
Mecánica en Holguín. Él explosivo, dinámico; ella, sosegada,
metódica. Ambos muy activos en su comunidad.
En una de las cinco
reuniones, Hidelisa resultó nominada; y en dos, Rapallo, junto a
otros valiosos compañeros entre los cuales unos 2 000 holguineros
de esta circunscripción decidirán quién los representará en la
Asamblea Municipal del Poder Popular.
Hidelisa apunta que no
hay rivalidad, sino fraternidad, porque en caso de resultar electo
uno de ellos, el otro deberá ayudar.
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