ELECCIONES EN CUBA: EL PODER DEL PUEBLO

14 de abril de 2005

Recuerdos de un Colegio Electoral

Enrique Atiénzar Rivero

CAMAGÜEY.—Hace siete años que Mario Medina no se desempeña como presidente, ni Josefina Fernández, su esposa, como secretaria del Colegio Electoral número dos, de la circunscripción 55, pero no por eso han olvidado los ajetreos para garantizar los símbolos patrios, la cabina, la protección de las boletas y, sobre todo, para cohesionar a las personas que igual que ellos apoyaron tantas veces la realización exitosa de los comicios.

Foto: JORGE LUIS TÉLLEZMario Medina y Josefina Fernández recuerdan satisfechos los años que estuvieron al frente del Colegio Electoral de su circunscripción.

Desde 1976, fecha del referendo constitucional, hasta el 11 de enero de 1998, cuando se celebraron los sufragios generales para elegir a los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y al Parlamento de la quinta legislatura, ambos septuagenarios se mantuvieron ininterrumpidamente en esos cargos, en los que ahora se desempeñan personas más jóvenes.

Para no desvincularse del proceso eleccionario, Medina mantiene la costumbre de facilitar a las nuevas autoridades electorales la Bandera cubana que adquirió al principio del triunfo de la Revolución, empleada habitualmente también en las reuniones de rendición de cuenta del delegado a sus electores, junto a un Escudo nacional que él mismo confeccionó.

La transparencia de este proceso democrático es motivo de comentario de este hombre que consagró su vida al trabajo ferroviario: "Nadie que haya vivido desde la otra época hasta hoy, puede decir que alguna vez, antes, se dieron procesos electorales como este. Aquí no hay ningún partido político que venga a presionarme para que vote por un delegado, ni nadie tiene que decirme que Fulano es bueno, porque las propuestas las hacemos nosotros y proponemos a los mejores".

La larga permanencia de Medina en el Colegio Electoral le dejó varias enseñanzas: cómo la gente acude tranquila y organizadamente, la cooperación de todos los vecinos con los compañeros que trabajan en las mesas y el establecimiento de un sistema de información y control interno que todavía conserva, en el que registraba hora a hora los votantes hasta las seis de la tarde, momento de efectuar los escrutinios.

Una pregunta sella la conversación: ¿La familia Medina está preparada para votar temprano el domingo? "Nosotros siempre estamos preparados. Aquí puede ser que alguna de mis nietas se demore un poquito, pero ya a las ocho y media o a las nueve todo el mundo ha votado".

   

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