ELECCIONES EN CUBA: EL PODER DEL PUEBLO

17 de abril de 2005

Hermoso día para Ángela

Ángela Milagros Estrada Rivero se levantó este domingo más temprano que de costumbre. Su elección para integrar el grupo de pioneros que custodiaría la urna del Colegio Electoral número tres de la Circunscripción 139, en el Consejo Popular Pastorita, la había puesto tan contenta que casi no pudo conciliar el sueño

Jorge Luis Merencio Cautín

GUANTÁNAMO.—Ángela Milagros Estrada Rivero se levantó este domingo más temprano que de costumbre. Su elección para integrar el grupo de pioneros que custodiaría la urna del Colegio Electoral número tres de la Circunscripción 139, en el Consejo Popular Pastorita, la había puesto tan contenta que casi no pudo conciliar el sueño.

Con apenas 11 años de edad participaba en unos comicios que involucraban a más de 8 millones 200 000 personas.

Es un día hermoso para mí, pues por primera vez soy convocada a este tipo de cita con la Patria, expresa la estudiante de sexto grado de la escuela primaria Augusto César Sandino, y de quien se afirma es asidua colaboradora de las labores de su CDR, sobre todo en la recolección de materias primas.

Los electores, al ejercer su derecho al voto, nos respetan y tratan con cariño. No nos subestiman. Eso nos enorgullece y hace sentir útiles, afirma Ángela Milagros una vez transcurrida buena parte de la votación. Le digo que ello expresa la sabiduría del pueblo de que en Cuba son los portadores de las pañoletas azules y rojas, y no los de las bayonetas, como en otros países, los encargados de cuidar las urnas.

   

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