ELECCIONES EN CUBA: EL PODER DEL PUEBLO

30 de marzo de 2005

Ahora sí voto con pasión

ALEXIS ROJAS AGUILERA

RAFAEL FREYRE, Holguín.— No tiene idea de cuánta caña pasó por sus manos en más de 50 años de trabajo. La vida de Justo Almaguer Betancourt, a los 83 años de edad tiene mucho que ver con la agricultura cañera del antiguo central Santa Lucía, ahora Rafael Freyre Torres.

Pero no fue de caña que conversé con este hombre, fundador del Partido Comunista de Cuba, combatiente de la lucha clandestina, querido y respetado en este municipio del Norte de la provincia.

Jubilado hace bastante tiempo, aunque no se desvinculó completamente del trabajo agrícola mientras consideró que tenía fuerzas suficientes, Justo reside desde 1987 en uno de los edificios del área comprendida en la circunscripción electoral 65 de Santa Lucía. Sus vivencias son muchas.

¿Usted votó alguna vez antes de 1959?

"De muy joven tuve simpatías por los Auténticos; me creí, por falta de experiencia, escasa cultura y aún menos visión política, el cuentecito que hacían. Al menos en apariencia, los Auténticos eran menos malos que Conservadores y Liberales. Voté por Grau y por Prío, pero al que no le creí nunca fue a Batista. Mucha sangre y abusos para creerle después del madrugonazo del 10 de marzo, y con lo que había enseñado antes. Las muertes de Guiteras y Carlos Aponte todavía duelen".

Aquí, subrayó, nunca hubo democracia, solo la de sargentos políticos y manengues, de aprovechados y ladrones. La política, como todo lo demás, era un negocio.

Por suerte lo descubrí a tiempo, afirma. Cuando completamente decepcionado de Auténticos, de toda aquella basura, comprendí que Fidel no era igual a ninguno de los anteriores políticos, que su programa contenido en La Historia me absolverá era mi esperanza, mi humilde sueño de hombre de campo Entonces, ya nadie más pudo engañarme con historias baratas.

Me integré, recuerda, al Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Santa Lucía y cumplí misiones para la tropa de Nicaragua (Carlos Iglesias Fonseca), de la columna 16 Enrique Hart, cuando estuvo acantonada en la zona de Chorro de Maíta, Guardalavaca, entre otras.

"Después, cada uno de mis días, los he dedicado a trabajar por esta Revolución, de la que se hablará de aquí a mil años, por ser la primera genuina del pueblo y para el pueblo en el mundo, con realizaciones como no las imaginaron nunca los cubanos.

"Ahora yo sí ejerzo el derecho a elegir y ser elegido, ahora sí participo en la gestión de Gobierno, ahora sí voto con gusto y pasión."