BAGDAD, 31 de enero (PL).—
El Comité de Ulemas sunita (CUS), que rechaza la ocupación
estadounidense de Iraq, cuestionó hoy la legalidad de los comicios
realizados la víspera y calificó de irreal la imagen de masividad
que pretenden transmitir los invasores.
La entidad religiosa aclaró que su
descontento no se centra contra los fieles de la escuela chiíta, sino
en la celebración de una consulta legislativa bajo la dominación
extranjera.
El CUS subrayó en su declaración que
cualquier resultado a favor de los kurdos o los chiítas hubiera sido
aceptado por los sunitas, si el país no hubiera estado ocupado por
una coalición militar encabezada por Washington.
Durante el período preelectoral 46
partidos y 180 personalidades políticas reafirmaron su posición de
rechazo a la presencia extranjera en Iraq, agregó el comunicado de
los clérigos.
Este lunes, un día después de
celebrarse los comicios en Iraq, el mando central norteamericano
confirmó la muerte de un miembro de la I Fuerza Expedicionaria de la
Infantería de Marina durante un enfrentamiento en la occidental
provincia de Al Anbar.
El comunicado emitido por el ejército
omitió detalles sobre el incidente ocurrido este domingo.
Medios de prensa de la región
recordaron que durante la jornada de ayer 36 personas murieron y más
de un centenar resultaron heridas.
El gobierno interino, respaldado por un
fuerte dispositivo militar extranjero, inició el toque de queda
nocturno, como parte de un plan especial de seguridad que desde hace
varios días se aplicó sin poder detener las operaciones de los
insurgentes.
La resistencia centró ayer sus ataques
en las mesas de votos, los ocupantes y sus colaboradores, con ataques
en los barrios de Al Mansur, Sadr City y Doura, así como en otras áreas
de Bagdad, y disparos de morteros en un sector en el suburbio de
Khamilia.
También hubo acciones en las ciudades
de Bassora (sur), Kirkuk, Mosul, Diyala, Baquba y Samarra, las cinco
en la región septentrional de este país árabe.
En el norte y sur, el nivel de votación
fue significativo en las poblaciones kurda y árabe de confesión
musulmana chiíta, respectivamente, contrario a la región central,
donde los sunitas boicotearon la consulta.
En ese contexto, expertos de la región
mostraron su preocupación debido a que estos comicios auspiciados por
Estados Unidos no podrían conducir a la paz y sí a una guerra civil
que dispararía las tensiones en el golfo Pérsico.