17 de abril de 2005
Jonrón fuera de serie
Pastor
Batista Valdés
LAS TUNAS.—Según sus
estadísticas, Osmany Urrutia sacó la bola del terreno 16 veces en
la última serie nacional de béisbol. Pero "acaba de botarla
nuevamente este domingo".
Como
siempre, Urrutia votó temprano.
Se levantó bien
temprano, animó a sus padres Giraldo y Nancy, a su esposa Sandra, a
su hermana Odalys y fue de los primeros en llegar al Colegio
Electoral, situado en la vivienda del músico Reynerio Acosta.
Sabía que hubiera
podido dormir la mañana e incluso votar en la jornada vespertina…
Pero este es un asunto
de familia –dice mientras evoca a su tío, el machetero Domingo
Urrutia, Héroe del Trabajo de la República de Cuba, a su primo
Hermidelio, gloria también del deporte y a otros parientes que
acuden raudos a las urnas en días de sufragio.
Porque somos una familia
agradecida–añade.
Las cinco palabras
resumen muchas verdades. En más de cuatro décadas nadie le ha
situado como obstáculo a ningún Urrutia el color de su piel, la
posible creencia, el nivel cultural o la humildad de las familias
originarias del campo.
Por eso le da su voto a
quien desea, respalda un proyecto, y afirma que adora a este país…
Nada supera la dicha de tener un hijo como Osmany Alejandro o el
privilegio de seguir siendo tan sencillo como siempre, aún cuando
es, en el mundo, el único líder en bateo durante cinco años
consecutivos.
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