17 de abril de 2005
Democracia en la loma
Juan
Antonio Borrego
FOMENTO,
Sancti Spíritus.—Sobre lomo de mulo o en bicicleta, a pie o en un
tractor, los más de 18 mil montañeses del Escambray espirituano o
de la Cordillera Norte de Las Villas con derecho al voto, también
fueron a las urnas este domingo.
El desfile comenzó bien temprano en La Guanábana, cuenta Pedro
Águila, un guajiro ilustrado que se ha mantenido casi 30 años como
delegado del Poder Popular y que Fomento exhibe como su Diputado al
Parlamento en las dos últimas legislaturas.
Lo mismo pudiera decirse en Sopimpa, Manacas, El Pedrero, Gavilanes
y El Guineo. En El Cacahual de Abundio Sánchez, un mulato que se
hizo Héroe del Trabajo de la República de Cuba a fuerza de
machete, también la votación fue una fiesta. Y en La Felicidad,
Topes de Collantes, Condado, Juan Francisco, Jobo Rosado, Las
Llanadas, Caliene.
No hubo promesas de concejales, ni cédulas cambiadas por algún
ingreso en la clínica del pueblo, ni pasquines clavados en las
paredes de la tienda o en las puertas de los potreros. No hubo
tampoco guardias en los colegios. No los hay desde hace tiempo
porque no hacen falta.
Las boletas tenían dos nombres, tres, cuatro., pero la gente del
lomerío
espirituano llevó además a las urnas el progreso de las últimas
cuatro
décadas y media, con igualdad de derechos y oportunidades para sus
hijos, electrificación, semilleros de escuelas -hasta universidades
de
monte adentro-, de consultorios, de policlínicos, de salas de
vídeo, de
gimnasios fisioterapéuticos y de cultura.
La gente llevó la tranquilidad y la garantía de una vejez segura,
sin
parasitismo, desalojo, cierre de caminos, desempleo,
incomunicación, ni bandidos abusadores. Y más que todo, llevó la
frente alta que vale
mucho, bien alta, como las lomas que día a día siguen trepando.
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