Individualmente resultan exponentes de patrones éticos
y líneas de vida apreciados por el pueblo cubano y, en conjunto,
ofrecen la posibilidad de que el Parlamento y las 14 Asambleas
Provinciales cuenten con gente honrada y trabajadora de diversa
procedencia.
Según confirman sus biografías, tienen probados
méritos como delegados municipales del Poder Popular, maestros,
médicos, científicos, obreros, campesinos, estudiantes, militares,
líderes religiosos. Además, por sus edades, género y color de la piel
denotan también rasgos distintivos de la sociedad cubana actual.

Atendiendo a lo apuntado, todos los propuestos
merecerían ser electos este 20 de enero. No obstante, la Ley refrenda
el derecho a no ejercer el sufragio, a votar por uno, por varios o por
todos los candidatos.
Los electores han tenido múltiples oportunidades para
conocer a los propuestos, pues sus biografías y fotos permanecen
expuestas en numerosos sitios, resúmenes de esos datos fueron
publicados en la prensa y continúan los encuentros de los nominados
con la población.
Paralelamente, las organizaciones de masas, en
especial los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), promovieron la
lectura de las biografías en reuniones de vecinos.
Tanto empeño en transmitir y compartir información
acerca de los candidatos constata la importancia de asegurar la
participación consciente del pueblo en las cercanas votaciones.
Por la cultura política fomentada en el país,
cualquier ciudadano puede comprender con facilidad que el ejercicio
del sufragio no solo constituye un derecho cívico, también representa
un deber patriótico. La Revolución siempre se ha nutrido de la
posición unitaria del pueblo, y en ese sentido la fórmula de los
revolucionarios en las urnas está clara: Votar por todos.