Nancy Morejón, poeta, traductora y ensayista, Premio Nacional de
Literatura 2001. "Lo primero es que, a veces, no tenemos memoria
ni conciencia de la importancia de las elecciones como sistema
universal de derechos. El voto que voy a tener el gusto de ejercer el
próximo domingo 20 no lo hubieran podido hacer ninguna de mis dos
abuelas, ni siquiera a principios del siglo XX, ya nacida la República
mediatizada. Las mujeres, cualquiera que fuese su origen, su clase, su
color de piel, no podían votar, no tenían derecho al voto. El sufragio
universal era un derecho negado a las mujeres, a las capas más
humildes de la población. Hay que saber que el voto femenino y popular
es un acontecimiento sobre el que debemos meditar divulgando, por
todas las vías a mano, su esencia participativa, su importancia civil.
Estas cosas hay que recordarlas porque el voto directo y secreto es un
derecho inalienable de todos los cubanos, dentro y fuera del
territorio nacional, que nos conducirá hacia el camino irreversible de
importantes transformaciones. El proceso que hemos vivido durante
décadas ha ido creando un marco jurídico propio que tratamos de
perfeccionar con nuestras herramientas, con nuestra ética y con la
experiencia de lo cotidiano, en la medida de lo posible. Muchos
amigos, a pesar de su simpatía probada hacia Cuba, no se explican cómo
esas elecciones pueden ocurrir bajo la custodia de escolares, en una
palpable estabilidad emocional que es, a su vez, el asombro de la
opinión pública internacional. Los enemigos rumian su impotencia
porque nuestras elecciones son un ejemplo de soberanía, de
independencia nacional. Por eso, votaré el domingo 20, lo más temprano
que pueda".