BASTIÓN 2004: LA GUERRA DE TODO EL PUEBLO

(7 e abril de 2005)

El ejercicio más fructífero en el momento más oportuno
y necesario

Así calificó Fidel a Bastión 2004. Afirmó que permitió apreciar lo que tenemos y lo que somos

JORGE MARTÍN BLANDINO

"Ha sido el ejercicio más fructífero del cual yo he podido ser testigo, realizado en el momento más oportuno y necesario, cuando la Revolución inicia una nueva etapa". Estas palabras de nuestro Comandante en Jefe resumen el sentir de todos los que de una forma u otra participamos en las intensas jornadas de preparación para la defensa realizadas por millones de cubanos entre el 13 y el 19 de diciembre del pasado año.

Foto: RAÚL ABREUPreviamente, el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, viceministro jefe del Estado Mayor General de las FAR, tuvo a su cargo la lectura de una breve síntesis del informe resumen del ejercicio.

Se dio a conocer que en las etapas iniciales de Bastión 2004, del 13 al 17 de diciembre, tomaron parte, desde el nivel estratégico hasta el táctico, unos 1200 órganos de dirección y mando, así como los principales dirigentes de unas 1125 entidades económicas, para un total de 145 000 participantes. A ello hay que sumar los varios millones de ciudadanos que, durante el Día Nacional de la Defensa desarrollado entre el 18 y el 19 de diciembre, ejecutaron 29000 actividades prácticas de diverso tipo.

Bastión 2004 fue una importante oportunidad para probar la efectividad del trabajo-político ideológico y del Partido, no solo ante las "dinámicas" a que fue necesario dar respuesta, sino por los retos que impuso la divulgación del ejercicio. Mil doscientos periodistas y otros trabajadores de los medios de difusión masiva aseguraron la cobertura de estas jornadas, que nos dejan también como enseñanza la necesidad de garantizar información veraz y oportuna a nuestro pueblo, aun en las más difíciles circunstancias.

En la esfera económico-social, el énfasis estuvo en cómo asegurar los alimentos, el agua, la asistencia médica y el combustible necesarios en cualquier tipo de situación excepcional, especialmente los que requiere la población, y sobre todo la prevista para evacuar.

Se supo que las maniobras llevadas a cabo en los territorios de los tres ejércitos no significaron un gasto adicional de combustibles y recursos, ya que se garantizó su realización agrupando en esa etapa determinadas actividades.

El informe concluye que este ejercicio constituyó sin duda un importante paso en la preparación del país para la defensa y un acontecimiento de relevante trascendencia política y militar. Fue, sobre todo, una contundente demostración del respaldo del pueblo a su Revolución. Permitió comprobar una vez más lo acertado de nuestra concepción estratégica de Guerra de Todo el Pueblo, base de la doctrina militar cubana y de la política militar del Partido Comunista de Cuba, fundamento de nuestra defensa nacional.

Señala que los éxitos obtenidos son el resultado de la enorme labor política y organizadora desplegada por el Partido en todas las instancias y de la dirección personal ejercida por el Comandante en Jefe y el Ministro de las FAR, y confirman el principio de que para nosotros evitar la guerra equivale a ganarla, pero para ganarla evitándola tenemos que prepararnos adecuadamente.

Concluida la lectura de la síntesis del informe resumen, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional, dio lectura a los lineamientos generales del Presidente de este máximo órgano, dirigidos a resolver las principales deficiencias detectadas durante el Ejercicio Estratégico Bastión 2004. El documento resume el importante conjunto de actividades previsto para desarrollar por los diferentes componentes de la sociedad cubana para fortalecer aún más la defensa del país en todos los órdenes.

Finalmente, en sus conclusiones a la reunión, Fidel razonó con los presentes que en los positivos resultados de este ejercicio puede verse el fruto del trabajo de mucho tiempo, de la Batalla de Ideas, de los 15 años de esfuerzo sostenido durante el periodo especial, en que el simple hecho de haber sobrevivido constituye un gran mérito.

Recordó que a inicios de la década de los noventa sostuvo numerosas reuniones con los dirigentes de las organizaciones políticas, de masas y sociales, porque evidentemente íbamos a pasar mucho trabajo en los años siguientes y era muy importante mantener el ánimo de las masas, no dejarse abatir por grandes que pudieran ser los problemas.

El Comandante en Jefe afirmó que en esas difíciles circunstancias siempre mantuvimos la confianza en nuestro pueblo, en que no había dificultades que no pudiéramos vencer. Fue la misma confianza en el pueblo y seguridad en la victoria que no pudo mellar el revés táctico del Moncada, la prisión y el exilio. Explicó que fue precisamente la lucha contra las corrientes claudicantes y conciliacionistas lo que le hizo afirmar que en 1956 seríamos libres o mártires.

Esas mismas convicciones determinaron la decisión de continuar en el empeño del pequeño grupo de expedicionarios del Granma que sobrevivió al terrible golpe de Alegría de Pío. El triunfo de la Revolución se alcanzó tras una lucha breve, pero efectiva y sin tregua; se ganó la guerra de una forma fulminante, concluyó.

Rememoró cómo la Guerra de Liberación se hizo partiendo de una experiencia prácticamente nula, sobre todo desde el punto de vista militar, "y se fue aprendiendo, todos aprendieron". En ello influyeron decisivamente los métodos de lucha aplicados, el estilo de decir la verdad siempre sin ocultar un detalle, el mantener una política inflexible en lo referente al trato correcto a la población y a los enemigos hechos prisioneros. Si se mira hacia atrás, afirmó, no hay duda de que fue una tarea difícil, desarrollar la táctica de lucha durante la propia contienda.

Al triunfo de la Revolución —señaló—, también fue difícil por la falta de experiencia: "ni al imperialismo lo conocíamos bien"; era mucho más peligroso e intervencionista de lo que suponíamos. Pero siempre tuvimos confianza en el triunfo, nunca hubo el ánimo de retroceder.

PRESERVAR LA EXPERIENCIA

Recordó cuántos compañeros brillantes murieron a lo largo de la lucha, pero surgieron otros. Mucha gente nueva fue apareciendo, sin embargo se conservó también la experiencia acumulada en la Sierra, la lucha clandestina, Girón, la Crisis de Octubre, la lucha contra bandidos y las misiones internacionalistas, que se ha ido transmitiendo a los nuevos combatientes.

Fidel afirmó que el Ejercicio Estratégico Bastión 2004 ha sido una escuela; le permitió "el privilegio de ver lo que teníamos y lo que éramos", de aportar al análisis colectivo y a la solución de los problemas. Hemos vivido todas las etapas anteriores, pero en ninguna de ellas hay nada parecido a lo alcanzado después de 45 años, concluyó.

Señaló como algo muy valioso el que todavía esté presente la experiencia de los combatientes del Moncada y de todas las grandes batallas libradas por nuestro pueblo durante más de 50 años, algo quizás inédito en la historia, y la experiencia resulta decisiva, apuntó.

Ya cuando Girón, afirmó, si los yankis invaden al país con sus Fuerzas Armadas, hubiéramos tenido una Guerra de Todo el Pueblo, sencillamente no hubieran podido derrotarnos, pero habría sido necesario pagar un gigantesco precio en vidas y sacrificios. Hoy la situación es distinta, concluyó.

PLENA CONFIANZA EN LOS JEFES Y DIRIGENTES

Fidel explicó que ciertamente todo ha cambiado en la lucha armada, pero a favor de nosotros, pues las transformaciones en la técnica militar y el armamento nos han obligado a variar nuestras concepciones.

Desde hace muchos años, señaló, se viene trabajando sin descanso y Bastión 2004 permitió apreciar los increíbles resultados alcanzados gracias al esfuerzo y la inteligencia de muchos compañeros. Son avances, dijo, que es una lástima que por razones obvias no pueden darse a conocer a todo nuestro pueblo. "Hay muchas cosas hechas que no se conocen ¡y las que pueden hacerse!", concluyó.

Argumentó por qué el enemigo no tiene completa libertad para elegir el tipo de agresión contra Cuba. Se sabe lo que está obligado a hacer, las variantes que puede aplicar, y es posible diseñar una respuesta a cada una de ellas, llevarlo al tipo de enfrentamiento que le resulte más costoso. Uno se da cuenta de que puede ser derrotado, incluso más pronto de lo que pudiera parecer. Por eso, afirmó, el enemigo tiene cierto nivel de respeto por Cuba y además conoce sus propias limitaciones.

El Jefe de la Revolución hizo énfasis en que si hacemos todo lo que debemos hacer, disminuye el riesgo de un ataque enemigo, porque podemos convencerlo de la imposibilidad de apoderarse del país mediante una agresión militar.

Dijo tener confianza plena en los jefes y dirigentes en los diferentes niveles, en su capacidad de tomar decisiones acertadas, al igual que la tuvo en los compañeros designados para dirigir las nuevas columnas rebeldes durante la Guerra de Liberación.

Al referirse a la situación general del país, expresó que estamos entrando en una fase nueva, con unas posibilidades increíbles. Detalló los esfuerzos que se hacen actualmente para elevar la estabilidad del Sistema Electroenergético Nacional, combatir los efectos de la sequía y las numerosas medidas de beneficio popular que ya están en marcha o se acometerán próximamente. En esas condiciones el nivel de seguridad aumenta mucho.

Cuanto hagamos por resolver los problemas de la gente, hace más fuerte a la Revolución y aleja la posibilidad de una guerra, concluyó.

   

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