(20 de diciembre de 2004)
Apoyo anfibio para
todos
René
Castaño
Se
les ha visto en el rescate de las personas atrapadas por la crecida
de un río, desafiando las penetraciones del mar o en medio de los
embates de un huracán. Avistar en estos casos a los carros
blindados anfibios, ofrece cierta seguridad que avala la preparación
de quienes ponen como meta la salvaguarda de sus semejantes.
Para lograr el éxito en
estas acciones son necesarios los ejercicios de preparación de los
choferes de medios anfibios en el cumplimiento de misiones de
exploración y combate, y de apoyo a la Defensa Civil cuando la
situación lo exija, como los presenciados ayer en la presa del polígono
de Jejenes.
Los
vehículos blindados anfibios cumplen misiones de exploración y
combate, además de apoyar a la Defensa Civil en caso de catástrofes.
Las tropas no solo deben
realizar prácticas diurnas de superación de obstáculos acuáticos,
sino también nocturnas, aseveró el mayor Roberto J. Morales, quien
agregó que estas últimas son más complejas ya que en su realización
se emplean focos de carretera y el faro infrarrojo FE-125.
El Mayor también opinó
que el chofer debe tener la preparación técnica suficiente para
poder resolver de forma inmediata una avería en caso de que el
carro fallara dentro del agua.
El soldado Alberto Farías,
de 20 años de edad y chofer de un anfibio, considera esta preparación
de suma importancia pues es la que define el conocimiento adquirido
hasta el momento y la que ayudará al éxito de las futuras
misiones.
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