(18 de diciembre de 2004)
Cada pinero un bastión
de victoria
Texto
y foto: Diego Rodríguez Molina
NUEVA
GERONA.— Desde los lugares más insospechados de la Isla de la
Juventud salieron las piezas de la artillería antiaérea y
terrestre, otras armas y miles de combatientes, para enfrentar un
supuesto desembarco aerotransportado.
Calle
a calle se ripostó
a las fuerzas invasoras.
"Sepa el enemigo
que aunque cuente con un armamento tecnológicamente superior,
nosotros tenemos lo que a ellos les falta: valor, unidad, dignidad,
principios y muchas razones que hacen mucho más potentes los medios
que empleamos y más efectivas las acciones", destacó a Granma
el joven reservista y sargento de segunda Ruiz Lahera.
En la intensa jornada de
este día participaron todas las especialidades militares y
cooperaron fuerzas regulares y populares en una ofensiva en varios
frentes y donde las empresas, organismos y cada casa y barriada
devienen firme retaguardia.
En nombre de mi pequeña
unidad de exploración, enfatizó Ruiz, agradecemos a todos los caídos
en la lucha por su heroico legado, que hoy mucho nos alienta, y al
Comandante en Jefe Fidel, por conducirnos siempre a la victoria que
en este ejercicio estratégico aseguramos ante los nuevos retos de
la lucha moderna, la cual nos obliga a constante adiestramiento.
La experiencia y los
conocimientos adquiridos en estos días han resultado tan valiosos,
manifestó la joven teniente Yaneisi Acosta Cruz, jefa de su
colectivo militar, que para los más jóvenes combatientes ha sido
otra escuela, por el fogueo teórico y práctico que dejan atrás
disímiles obstáculos naturales y complejas situaciones ante las
que se crecieron con ingenio y decisión.
Puede afirmarse que
todas las familias pineras aportaron fuerzas, y muchas, como la del
reservista de las FAR Pedro Álvarez Ferrera, se sumaron a los
integrantes con posibilidades de incorporarse a la lucha armada ya
sea como miliciano o miembro de las Brigadas de Producción y
Defensa, de la cual forma parte su esposa Emelina Jomarrón.
Pero si cada familia
deviene bastión de la Patria, los trabajadores que siguen en sus
puestos de labor se desdoblan como brigadistas, entrenan sus
misiones para la Guerra de Todo el Pueblo, prevén y ensayan junto a
sus puestos de mando cómo prepararse para las circunstancias más
difíciles, satisfacer las demandas de la lucha armada y de la
población, resistir en todos los frentes y derrotar al agresor que
se aventure.
Cada patriota del frente
o la retaguardia de Bastión en esta trinchera de Cuba lleva la
firmeza de los pinares que tan bien enmascaran las posiciones de
combate y de su viva historia de lucha, cuya cercanía del
aniversario 50 de la ex carcelación de Fidel y demás moncadistas
del Presidio, mucho alienta la ofensiva de estos tiempos frente al más
peligroso enemigo.
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