BASTIÓN 2004: LA GUERRA DE TODO EL PUEBLO

(17 de diciembre de 2004)

Picadas mortales

MARÍA JULIA MAYORAL

Amacence y  la situación es bien distinta. Tras una breve pausa en las acciones, deben suponer que los días han volado. Ahora la campaña aérea y coheteril del adversario junto al bloqueo, sus acciones subversivas y de guerra psicológica, colocan las notas distintivas.

Agrupaciones regulares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Milicias de Tropas Territoriales, Formaciones Especiales, Consejos de Defensa... tienen que actuar con eficacia ante las nuevas pruebas que les exige esta etapa del Ejercicio Estratégico Bastión 2004.

Foto: ARNALDO SANTOSReservistas cumplen misiones como parte de las tropas especiales populares.

El fuego de los medios antiaéreos cubanos riposta. Desde antes la alarma de la Defensa Civil ha puesto a buen recaudo a la población, mientras fuerzas y medios de los ejércitos también resisten los golpes del enemigo en las obras fortificadas, sin dejar de preocuparse por elevar su cohesión combativa. En las zonas de defensa aseguran las condiciones de vida de mujeres, niños y ancianos y se preparan para defender su demarcación.

Para las tropas especiales, tanto las populares como las pertenecientes a las FAR, la jornada resulta intensa. Sometidas al rigor de múltiples episodios bélicos en disímiles escenarios, deben dar la talla en cada sitio.

Fuerzas de operaciones especiales del enemigo han entrado al territorio nacional; no se les puede dejar que cometan sabotajes ni obtengan informaciones. En el occidente del país el sistema defensivo detectó su presencia. Combatientes de las tropas especiales ubicados en la zona reciben la orden de cercar y aniquilar a los infiltrados.

El terreno cercano a la costa, con sus numerosos vericuetos entre espesos matorrales, lomeríos y cuevas, hace difícil la localización exacta de los supuestos enemigos, pero quienes andan en su búsqueda tienen en el ejercicio la misma ventaja que tendrán en la guerra: conocen cada porción del suelo como la niña de sus ojos; mucho han entrenado en la región, desde los más jóvenes incorporados al Servicio Militar Activo hasta los reservistas agrupados en las tropas especiales populares.

Foto: ARNALDO SANTOSHasta en las cuevas se crean condiciones para atender a posibles heridos durante la guerra.

Explosiones de minas y disparos con armamento ligero se entremezclan en el escenario del cerco. Hay combate cuerpo a cuerpo, captura de prisioneros. Se trata de un simulacro, pero Ramón Mesa Mederos, técnico de Protección Física en una dependencia de Educación, asegura que estas jornadas han sido muy útiles para él y los demás reservistas integrantes del destacamento bajo su mando. 

“Llevamos días en las cuevas, entrenando con rigor junto a las tropas de las FAR, y eso refuerza nuestras posibilidades para actuar si llega la guerra”.

Humberto Abreu, un joven panadero, miembro de la misma agrupación, explica que todos los años se movilizan. Son entrenamientos, comenta, para elevar la preparación física y los conocimientos militares. Graduado de Medicina en agosto último, Armando Michel Calzadilla ejerce en un consultorio de la familia. Por eso lo encontramos durante el Bastión en una cueva de difícil acceso, donde, entre otras cosas, han acondicionado un puesto médico. El ambiente que le rodea le resulta familiar, pues “pasé el Servicio Militar, y después en la carrera dimos Preparación Militar”.

Además, para él la participación en el entrenamiento tiene particular connotación: “Me gané la posibilidad de hacerme médico en el propio Servicio Militar General, por la Orden 18 del Ministro de las FAR”. Camilito, luego cadete y ahora especialista, el joven oficial Ernesto Pereira forma parte de otro destacamento especial de las tropas especiales de las Fuerzas Armadas.

Pese a los rigores del Bastión 2004, dice sentirse cómodo porque ha sido entrenado para vivir en situaciones límite. “Lo mismo en el monte, que en los cayos, en cuevas..., sabemos cómo sobrevivir luego de naufragios y sortear ciclones intensos a la intemperie, sin dejar de cumplir la misión dada”.

Quien los observe operar en el terreno no lo duda, parecen avispas, acostumbradas a salir de panales “fantasmas” para acertar picadas mortales.

 

 

   

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